En la Mansión Lancaster.
— Elian, ¿dónde estás? porque no me respondes el teléfono, maldita sea mocoso malcriado, llámame urgente.
— Mamita que pasa que te noto alterada, hoy es un día de celebraciones, tenes que estar feliz mi amor, dice eso mientras besa a sus dos acompañantes.
— Déjate de festejos y regresa a casa que algo pasó con Aitiana.
— ¿Qué pasó con ella?
— Está desaparecida, Ignacio y Esteban la están buscando desesperados.
Elian se altera al escuchar a Irma.
— ¿Sabes si está con Renato?
— No, él quédate tranquilo que debe estar desconsolado en brazos de tu hermana a esta hora, dice sonriendo.
— Bien, eso no me lo esperaba tan pronto, pero bien por kiarita, que inteligente y astuta es mi hermanita.
Que buena jugada, creo que si lo hubiéramos planeado así no nos hubiera salido tan bien, quédate tranquila que seguro está llorando con su madrinita.
— No, no está con ella, por eso pensamos que algo le sucedió y creo que tu ya es hora que dejes ese lugarcito y a esas mujerzuelas y te preocupes por Aitiana, tienes que mostrarte preocupado y hacer buena letra si quieres el apoyo de Ignacio.
Así que te vienes para acá.
— Está bien, ya me cambio y salgo para allá.
Irma corta la llamada justo a tiempo, porque entra Ignacio a la habitacion, pero no la oyó hablar con Elian.
— Mi amor ¿ya la pudiste localizar a Aitiana?
— No, pero la policía ya la está buscando.
Ignacio se sienta en la cama, mientras se desabrocha la corbata.
Irma estoy muy preocupado tengo miedo que le haya sucedido algo, me muero si también la pierdo a ella, es todo en mi vida, es lo único que tengo de mi gran amor.
Al escuchar eso Irma se pone tensa y mueve su cuello para contener su disgusto.
— Tranquilo mi amor Aitiana es una joven que se sabe cuidar, seguro está de alguna amiga.
— No, Irma ya hable con todas sus amigas y ninguna la vio.
— Llámala al celular y verás que está con alguien.
— Su celular lo tengo yo.
— Como lo tienes tú y ella está sin celular, Irma se comienza a preocupar de que algo malo le haya sucedido a Aitiana y eso complicaría los planes o pensándolo mejor, si Aitiana desaparece todo quedaría para sus hijos.
Hay universo que no aparezca por favor pensaba mientras consolaba a Ignacio.
Renato tira sobre su cama a kiara mientras se besan apasionadamente.
Kiara disfruta de ese bello cuerpo.
Renato entrena todas las mañana y luego sale a correr, tienen cuerpo torneado, pecho bien trabajado, aparte de ser atractivo, con unos ojos grises y una mirada seductora.
Comienzan a quitarse la ropa desesperados y cuando ambos están desnudos, Renato se acuesta al lado de kiara y le dice que no puede, que lo perdone que aun no esta bien para estar con otra mujer.
Kiara se enfurece, pero se controla y toma la iniciativa ella de provocarlo, lo besa, lo toca hasta que Renato tuvo una reacción y ella la aprovecha.
Se sube sobre Renato y comienza a estimularlo hasta que logra su cometido, sin protección, Renato llega al clímax dentro de ella, luego la besa y dice Aitiana te amo mi amor, susurra y luego se queda dormido en brazos de ella.
Kiara con lágrimas en los ojos se recuesta en su pecho, pero no se puede dormir, le duele saber que el hombre que ella ama con todo su ser, ama a otra mujer y lo que más le duele es que sea su hermanastra.
Aitiana en la vida siempre tuvo todo lo que quiso mientras ella no.
Así entre lágrimas se duerme en los brazos de Renato.
En el club nocturno
Elian se levanta para vestirse.
— Amor ya te vas, ya nos vas a abandonar, dice una de las chicas que lo acompañan.
— Si cielo hoy las tengo que dejar temprano, sucedió algo con mi hermana y me tengo que retirar, aunque les confieso que me quedaría para disfrutar otras rondas de sexo con ustedes, dice eso mientras le besa los senos y le da unas palmadas en las nalgas.
Elian toma la copa de champagne la bebe y luego besa a su otra compañera y vierte parte del líquido en su boca, la chica saboreando la bebida le sonríe y toma lo que queda de la copa y lo vierte en su pecho y Elian no se resiste y se quita su camisa y comienza a besar y lamer sus pechos hasta que la acuesta y se sube sobre ella y comienza a besarla a su otra compañera.
Ambos terminan otra ronda de sexo, alcohol y drogas.
Luego se cambia y sale de la habitación, sin imaginar que sucedería luego.
German me cierras la cuenta de hoy, le dice al encargado del lugar mientras le entrega la tarjeta.
Mientras espera, el encargado le sirve una copa del mejor whisky del lugar y él mientras espera observa el baile en el centro del salón.
¿Quién es ella?
— Es la nueva bailarina, pero no te ilusiones porque es sólo bailarina y nada más, así que deja de imaginar cosas, dice él sonriendo, porque ya se imaginaba sus perversos pensamientos.
— Eso ya lo veremos, es muy bonita y sexy me gusta.
Nicol es una joven estudiante, que aceptó el trabajo en el club nocturno, porque le gusta mucho bailar, es una de sus pasiones y porque la paga es muy buena.
Ella llegó del interior del país y para pagar sus estudios está trabajando en el lugar.
A Elian le llamó la atención la joven y piensa mañana volver por ella.
Mañana veremos si pasa la noche conmigo o no.
Sonriendo toma la tarjeta y sale sin ánimos del lugar y pensando que mañana regresará por ella.
Al llegar a la mansión sube a su habitación se ducha y luego sale en búsqueda de su madre.
Su padre se encontraba en el estudio y su madre en su habitación.
— Mamá alguna novedad preguntó despreocupado.
— Deberías mostrarte más preocupado, si yo no te llamo seguro no regresabas y eso hubiera llamado la atención de Ignacio.
A partir de ahora debes tener una conducta adecuada a un joven enamorado y no a un joven que sólo busca diversión en ciertos lugares no apropiados, responde con sarcasmo.
— Mamá eso era en tu época, hoy en día esos lugares, son para caballeros, para distraerte y relajarte de un día estresante de trabajo, le dice mientras le besa la frente a su madre.
— Sal ni te me acerques, quién sabe qué has hecho con esa boca, su madre lo aleja con una expresión de asco.
El sonriendo la abraza y más la besa.
—Donde menos te lo imaginas.
Irma lo empuja — Sal de aquí y no seas tan grosero con tu madre.
El niega con la cabeza sonriendo.
— ¿Dónde está Ignacio?
— En el despacho seguro.
— Voy a ver en qué puedo ayudar, le giña el ojo y sale de la habitación.
Mientras tanto en el hospital Aitiana tiene una crisis, las drogas le provocaron un desequilibrio en el organismo.
Ahora está en terapia intermedia y están haciendo todo lo posible por estabilizar sus valores.
— Si mañana no reacciona y nos da su nombre debemos informar a las autoridades el caso de esta joven, dice la doctora.
— Sí, seguro su familia la debe estar buscando, dice la enfermera.
— No se que tan preocupada puede estar la familia de una joven, que estando embarazada se droga, comenta el enfermero.
— No hables de ese modo Javier, si no sabemos qué pasó en realidad con la joven, le explica la doctora.
— Si tiene razón Doctora, perdón hable sin pensar, reflexiona el joven.