Amiga Imaginaria

Las siguientes horas fueron infernales. Ver a Roberto tumbado en esa cama con esa ropa blanca me hacía ponerme muy triste, no me gustaba para nada verlo así.

Él intentaba subirme el ánimo, hacer que sonriera pero solo lo podía hacer si el volviera casa. Juacko no nos había dicho cuando tiempo estaría aquí encerrado.

Lo bueno es que me dejan quedarme aquí con él, aunque ya me habían avisado de que hoy debería irme a mi casa. No quería irme, no quería dejarlo solo, me había acostumbrado muchísimo a él; a dormir con él, a verlo por casa, escuchar su voz, que me toque. Definitivamente no podría estar en esa casa sin él.

—Me tengo que ir —susurré haciendo pucheros.

Él negó y me volvió a abrazar con fuerza.

—No quiero que te vayas.

—Yo tampoco me quiero ir.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo