OSCURA OBSESIÓN
Capítulo 34
Kira Douglas
Estoy tan estática en la misma posición desde hace alguno segundos, que una de las bailarinas exóticas me ha gritado que me mueva si no quiero que uno de los guardias me pegue un tiro en la parte trasera del bar. Los ojos del magnate me recorren con tanta perversión que se me dificulta pasar saliva. Brinco al sentir unas manos recorrer mis piernas desde abajo y espabilo al ver un vejete manosearme.
—¿Cuánto cuestas, bebé?—me pregunta y las ganas de enterrarle el tacón de mi zapato en el ojo se hacen presentes—¿Eres muda o qué?—vuelve a hablar pero ahora con mayor agresividad. Me percato como se acerca el hombre rubio que me acaba de comprar y con la mayor tranquilidad posible coloca una de sus manos sobre el hombro del borracho japonés.
—Lo siento amigo, esa mujer ya es mía—le suelta con la voz más dulce que jamás en mi vida escuché. Intento mover mis piernas para marcharme pero sus ojos inquietantes me obligan a seguir de pie—Le pido