¿De verdad piensa enviarme con él? Negué en silencio, no queriendo aceptar aquello.
- Mamá, sé caminar; no se me quebraron las piernas. Puedo irme a pie sin ningún problema.
Ambas nos miramos con seriedad, intentando ganar sobre la otra, queriendo discutir en voz alta cuando, Tyler, intervino.
- Claro, Helena. Yo me encargo. - Lo miré mal mientras, él, sonreía con suficiencia. ¿De aquí a cuándo se tratan con tanta confianza?
Mamá asintió con gratitud, despidiéndose de nosotros, dándome una advertencia de comer bien o estaría en problemas, viéndola entrar a la clínica de nuevo; Tyler me tomó del brazo a los pocos segundos, arrastrándome hacia no sé dónde.
Nos detuvo frente a una jeep Rubicón, de co