VIAJE DE NEGOCIOS.
<< ¡Al fin una mañana tranquila! >> se dijo Aiko mientras estiraba los brazos recién levantada de la cama, apenas era su segundo día en casa de su abuela después de su internado para “aprender a conocerse”.
Bajó de su habitación aun en pijama y pantuflas, quería un día relajado sin tener que maquillarse, lucir elegante ni usar tacones, caminó hacia la cocina aún somnolienta con deseos de que un milagro ocurriera y encontrara a su madre colando el café, pero en cambio consiguió a su abuela a medio camino sentada en el mueble leyendo el periódico.
Ha-naul cierra el diario con fuerza y observa a su nieta de arriba a bajo con gesto de desaprobación.
- ¡Abuela! – dice la joven espantada – pensé que estarías en una junta esta mañana.
- Era por webcam y ya finalizó.
- Iré a cambiarme – dijo y se giró para ir a su habitación.
- Aun no, acércate y siéntate.
La joven obedeció y miró a su abuela expectante.
- Solo se le exige a las personas en las que se tienen expectativas y tengo muchas