Capítulo 5

Sin importarme nada, pagué la cuenta y salí huyendo del lugar dejando a Zach hablando solo. ¿Porque me importaba tanto su opinión? Si, ciertamente estaba enamorada de él desde que comprendí que ha sido un pilar fuerte en mi vida desde hacía varios años. Debía detenerme, debía alejarme de él tanto como fuese posible.

--- ¡Zoe! ¡Espera!Ignorándolo, seguí avanzando esquivando a los merodeadores.

Estando cerca de un pasillo, Zach aprovecha y me atrapa en el lugar, sus fuertes brazos me sostienen por detrás y siento como el pulso comienza a acelerarme. Aunque quisiera estar así con él, no podía.

---Suéltame Evans. 

Mis súplicas solo hacían que se aferrara más a mí.--- No hasta que me escuches.

--- Lo haré, pero suéltame.

Luego de hacerme prometer que no huiré, me soltó y por fin pude encararlo. En sus ojos podía ver la lucha interna que tenía debido al arrepentimiento, aunque me doliera, no iba a ceder tan fácil, no tenía el derecho de celarme y menos decirme que debo de hacer.

--- Lo siento Zoe, no medí mis palabras y...--- Suspiró profundamente.--- No sé qué me pasa contigo. Desde que nos dimos ese beso...

--- No menciones eso Zach.--- pedí interrumpiendo su discurso.--- Eso fue un error y lo sabes.

--- Claro que lo sé. --- Se acerca y me abraza. --- Ustedes son lo mejor que tengo en esta vida, no quisiera perderlas jamás. 

Juntamos nuestras frentes.--- Jamás lo harás. 

--- ¿Te parece si te cocino mañana tus favoritas?

--- Me parece justo.--- Sonreímos y nos quedamos viendo mucho tiempo. 

No sé en qué momento, no sé cómo, pero en estos momentos tenía los labios de Zach muy cerca de los míos. La tensión se podía palpar en el ambiente, mi corazón revoloteaba por la emoción. No podía hacer esto, no cuando era consciente del daño que podría causarle a Valerie.

--- Es tarde.--- Mencioné apartándome de su rostro. --- Tengo que regresar.

Zach asintió y se ofreció en llevarme. Agradecí que todo el camino no mencionara nada de lo que estuvo a punto de ocurrir nuevamente. 

Al día siguiente, Luke tenía que viajar por lo que no me fui al Instituto para despedirlo y pasar tiempo más con él. No podía creer que me quedaría más tiempo de lo que quería con Zach, mi plan de desenamorarme de él estaba yendo picada abajo. Solo esperaba no cometer el mismo error otra vez.

Despedí con pesar a Luke en el aeropuerto, las lágrimas se derraman de mis ojos sin poder detenerlas.

--- Cuídate por favor.--- Le rogué mientras lo abrazaba por última vez.

--- Tú también hermanita.--- Me dio un beso en la frente y se separó de mí.--- Y dile al estúpido de Evans que mantenga las manos lejos de ti, porque no dudaré en mandarlo a volar al cielo.

Rodé los ojos. No sé en qué momento se me ocurrió confesarle a Luke que amaba a Zach, tal vez fue el hecho de que sería la única persona que no iba a juzgarme. 

--- Me mantendré virgen, tranquilo. --- Le guiñé un ojo.

--- ¡Por Dios santo! No quiero saber nada de eso, pero es bueno hermanita, así puedo mandarte a un asilo de monjas.

Lo golpeé en la espalda y escuchamos el anuncio de su vuelo. Por milésima vez, nos despedimos y lo vi desaparecer con los demás. Suspiré. Me gustaría decir que estaba feliz, como cualquier adolescente, porqué estaría sola en los próximos dos meses. Podría organizar una fiesta, hacer un desmadre pero mi curriculum social solo se basaba en pasarla con Valerie y Zach, una fiesta con tres personas no sería una fiesta. Pero, me preocupa en gran manera pasar dos meses con Zach, no sé qué vaya a pasar pero sé mientras estemos a solas, me mantendré siempre al margen, lo evitaré si fuera necesario.

Cuando llegué a casa eran las doce del mediodía, Zach estaba a punto de llegar por lo que decido darme una larga ducha para poder pensar en lo que haría. Abrir una cuenta de citas tal vez fuera mi esperanza y la salida que necesitaba. 

Pasé más tiempo en la ducha de la que debería por lo que en estos momentos tenía a Zach llamándome desde la puerta. Estaba apurado por lo que me maldije internamente al notar que no metí ropa. Enrollándome con fuerza con la toalla, salí afuera.

--- ¡Hasta que por fin sales mujer!

--- ¿Porque estas muy apurado?

--- Por nada, solo quise molestarte.

Rodé los ojos y luego de agarrar cualquier prenda que mis manos tocaron y volví al baño para alistarme.

--- Eres un idiota.

--- Así me quieren.--- Sabía por el tono de voz que estaba detrás de la puerta.

--- Tal vez Valerie te quiere así.

--- Tú también nena. Ya salte, tengo hambre.

Su confesión, aunque quiso hacerla pasar desapercibida no lo fue para mí. Suspiré. Así es Zach, te quiero pero espero que eso cambie pronto.

Al abrir la puerta me quedo perpleja ante la hermosa y apetecible vista que tenía. Zach con los codos en los marcos mirándome de una manera, que para mí sería sensual y seductora. Traté de ocultar el efecto que producía en mí retándolo con la mirada.

--- ¿Y ahora qué?

--- ¿Le darías un beso a este pobre hombre que solo mendiga amor?

--- No seas idiota Zach.

Rodé los ojos. Esquivé su cuerpo y me dirigí a la cocina. Tenía hambre y no era -para nada- de comida.

--- ¿Vemos una película de terror después?. --- Propuso. Asentí aunque no me agradaba demasiado la idea de ver una de terror.

Al terminar todo, Zach preparó la película mientras que yo preparaba las palomitas. Nos sentamos a ver "Saw", no sabía si era una exagerada o simplemente la película de verdad daba miedo.

--- ¿Tienes miedo?.--- Preguntó Zach.

--- Algo.--- Confesé abrazándome a mí misma.

--- Ven aquí. 

Me coloqué bien dejando que Zach me abrazara, no era la primera vez que nos encontrábamos en esta situación, pero sí la primera desde que hubo esta tensión y el malentendido entre nosotros. No podía negar que se sentía tan bien, me sentía protegida por él.

--- Es solo una película nena. 

--- Lo sé, aun así da miedo.

--- Podemos ver otra si prefieres.

--- No, tú la elegiste. Tengo que ser fuerte y verla por ti. --- Declaré recordando las veces que lo obligué a ver una película sumamente romántica y lo hacía, con plagueos, pero lo hacía.

No sabía si Zach lo hacía a posta o simplemente no se daba cuenta, pero sus dedos en mi estómago haciendo círculos ponían a mi piel y a todos mis sentidos en alerta. Se sentía muy bien y me sentía culpable por sentirme de esta manera. Agradecí internamente que la película haya terminado ya por lo que me alejé de él con la excusa de recoger todo. Observé la hora en el reloj y me di cuenta que estaba yendo tarde.

--- ¡Santocielo! Estoy yendo tarde.--- Exclamé con un grito ahogado.

--- ¿Tarde? ¿Vas a salir?

--- Si, me apunté en el gimnasio. Además quiero correr.--- Expliqué corriendo a mi habitación.

--- Tú y tu obsesión de mantenerte en forma. ¿Acaso no ves que eres perfecta así como estas?--- Formula y yo no puedo evitar sonrojarme.

Estaba siguiendo todos los pasos que daba, estaba claro que no quería quedarse solo.

--- Es lo que me gusta y me da energía.--- Me encogí de hombros mientras me colocaba mis zapatos. 

--- ¿Qué hare mientras no estás aquí?

--- Sal con Valerie, has algo productivo.

--- De hecho sí saldré pero no con Valerie. --- Confesó.

Me congelo y dejo de hacer lo que hacía queriendo borrar lo que había escuchado.--- Zach, ¿Es en serio? Creí que ya habías dejado ese rollo. 

Estaba enfurecida, tener a mis dos mejores amigos juntos no es tan fácil que digamos. Aunque Valerie también era mi mejor amiga, por derecho de antigüedad y, al conocer demasiado bien a Zach, no podía mencionar nada de lo que este hacía a sus espaldas. Me dolía pero al mismo tiempo no me correspondía decírselo. En un futuro, si se enterase de mis sentimientos, sólo creerá que lo hice por amor y no por amistad. Estaba entre la espada y la pared, perdería a ambos y no estaba en mis planes.

--- Lo sé, lo sé. Soy un débil, cuando Valerie se entere perderé a la única persona que ve algo bien en mí.

--- Que bueno que lo sepas. Y, siento mucho decírtelo Zach, pero no escogeré bandos. Déjame fuera de tus aventuras por favor, es mejor no saber. No quiero mentirle a mi amiga, la quiero bastante y sé que esto le hará daño.

Me levanté por mi teléfono y Zach me acompaña hasta la puerta. --- Prometo, por ti Zoe, que cambiaré. Me convertiré en un mejor hombre para ella. Y para ti..

--- Jódete. --- Sonreí de oreja a oreja aunque él no estuviera viéndome el rostro.

Me ha dicho muchas indirectas desde aquel beso. Algo que evitaré a como dé lugar, ya bastante liada estuve con mis sentimientos a punto de flotar y ser descubierta.

Me despedí y salí corriendo nuevamente. Esperaba que el gimnasio ayudara a aclarar mi mente, a despojarme de todo esto que me estaba matando por dentro. Luego de casi diez años, esto tenía que parar. Tenía que quitar su nombre de mi corazón.

Llegué al gimnasio, hice los pagos correspondientes y la chica de recepción me indicó que tenía que juntarme al grupo de chicas que se encontraban al centro. Me acerqué y todas estaban alrededor de alguien, no podía verlo pero sí podía escuchar su voz, en un punto, me pareció conocida pero ignoré ese pequeño detalle, venía aquí a olvidar. 

Indicó a algunas que debían de hacer maquinarias y a otras mandó hacer alguna rutina. Al parecer, era la única nueva. Genial, tendré que hacer sola. Luego de que el grupo que estaba frente a mí se moviera, pude ver la espalda del hombre que sería mi instructor. Este al volverse, pude reconocerlo, conocía a este hombre, era el chico misterioso del instituto. ¿Era instructor de gimnasio? ¿Tenía edad para hacerlo? Aunque tenía muchas preguntas, sabía que jamás me respondería, no nos conocíamos mucho. 

El chico me mira de pies a cabeza y cuando repara en mis ojos se acerca a mí.

--- Supongo que eres nueva. --- Aunque haya dicho unas palabras, su tono hostil no pasa inadvertido ante mis oídos.

--- Sí, comienzo hoy. --- Confirmé moviendo los pies de manera nerviosa.

--- Sube arriba. --- Indicó. Me quedé viéndolo sin comprender nada. Bufó y me mostró las escaleras.--- Sube. Diez vueltas al salón, enseguida iré contigo.

Asentí en comprensión. Me dirigí a las escaleras, en el proceso, veo a un par de chicos mirarme de una manera divertida. Me sonrojo y los ignoro subiendo las escaleras.

Algo en mi interior me gritaba a todo pulmón que saliera corriendo por esas puertas, pero al ver la espalda ancha de mi nuevo instructor a medida que subía la curiosidad me detenía. Estaba segura que mi vida cambiaría a partir de ahora, solo esperaba no perderme en el proceso.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo