Hay quienes creen que en la vida no existen las casualidades, cada suceso está
escrito ya, Itzam Balcab era uno de ellos.
— Te digo que de cualquier forma siempre termina mal— discutía con Noah mientras bebían un par de tragos en el privado de un aclamado bar de la ciudad.
— Claro que sí, mientras sigas rechazando la cura seguirás enfermo, Cham — alegó su amigo.
— Eh intentado de todas las formas hacerla entender; pero no, es más terca que una mula, ¿qué piensa conseguir comportándose así?, echar a perder su futuro, ¿sabes que me dijo?, que no soy su padre y que no tengo derecho de meterme en su vida, estoy seguro de que con mi padre no se comportaba de esa manera — Itzam exhaló con fuerza.
— Ella tiene razón, no eres su padre y