— No la toques — La oscura mirada de Itzam atravesaba a Samuel Doecchi mientras lo sujetaba por el brazo con más fuerza de la necesaria.
— Cham, ¿qué haces aquí? — Fue una grata sorpresa para Milenka que él fuera a recogerla. Eso significaba mucho para la joven. Sin embargo, al verlo con la mandíbula tensa y mirando a su compañero de asiento como si deseara partirlo en dos, se asustó.
— Sube al auto, yo me encargo — afirmó Itzam, afianzando su agarre en Samuel.
« ¿Yo me encargo? ¿Es un tipo de código machista?» pensó.
— Puedes soltarlo, es mi compañero de clase — Milenka lo tomó del brazo, intentando deshacer su agarre sobre Samuel.
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