CAPITULO 45 FRUSTRACIÓN.
Elijah King.
Después de dejar a mis hijos en la escuela, me fui a casa. Me duché, me lavé los dientes, me cambié de ropa y salí para el Buró. Ni mis hermanos ni mis tíos estaban allí; seguramente, todos estaban trabajando.
El día pasaba lento. Hoy me sentía mucho mejor. Había vuelto a amanecer en la casa de las Williams y deseaba seguir haciéndolo. Busqué ropa de entrenamiento, porque sabía donde estaba Eileen, y me fui hacia allá.
Me puse mis guantes de boxeo y me coloqué frente a una de las bolsas. Intenté que mi visión no se desviara tanto hacia la mujer que torturaba otra bolsa, pero, ¿Cómo no hacerlo? Las gotas de sudor se deslizaban por sus pechos, el top llegaba más arriba de su cintura, y por allí la piel también brillaba sudorosa. Esa forma de atraerme ya era sobrenatural.
Nunca pensé que al verla de nuevo este deseo tan desmedido se despertaría de esta manera. Cerré los ojos, golpeando la bolsa con fuerza, tratando de dejar en ella la frustración y la presión que siempre