CAPÍTULO 69. Unos cuantos infartos
Gabriel quería hundir a los Grey, eso estaba claro. Durante un año se había desentendido de ellos, pero ahora que sabía todo el daño que le habían hecho a Marianne, no podía quedarse de brazos cruzados.
—Está bien —aceptó—. No puedo obligarte a que te vayas, pero si te quedas, volveremos a los entrenamientos, convertiremos esta cabaña en una fortaleza, y no te separarás de mí ni un segundo.
Marianne sonrió con picardía besando su pecho.
—No me voy a oponer a eso —susurró.
Los dos sabían que no sería fácil, pero estaban dispuestos a luchar.
Sabían que tendrían que estar unidos y ser más fuertes que nunca si querían derrotar a sus enemigos.
—Entonces vamos a hablar sobre esto como se debe —sentenció levantándose y poco después regresó con un par de tazas de café—. Ya conseguí una orden de parte de la organización, puedo usar sus recursos para rastrear y capturar al exministro Moore.
—¿Moore?
—Él fue el que ayudó al Comandante Hopper hace un año, el hombre que nos tendió una trampa y me