hijo de otro hombre

— Papá, ¿por quién me has tomado? yo soy una señorita decente, tu nos has educado con valores, nunca haría algo como eso — Jesica se lavaba las manos y fingía ser una señorita pero la verdad era que ya no era virgen.

— ¡¿Entonces eres tú, Violeta?! ¡¿cómo has podido enlodar el apellido De León de esta manera?! ese Fabio Mancini me va a escuchar, !¿como va a ser posible que te perjudique de esta forma?! ¡exijo verlo en este momento, llámalo!

Violeta bloqueó el número de teléfono de Fabio después de esa noche, y se negó a verlo.

A pesar de las súplicas de su ex novio Fabio, Violeta sabia que ya no era inocente y que nunca podrá volver a enfrentarse a él ni decirle por qué.

Cuando Violeta enfrentó el interrogatorio de su padre, se asustó tanto que no se atrevió a levantar la cabeza y se sujetó fuertemente el dobladillo de la falda con las manos. Esa noche, la incriminaron y un hombre extraño entró en su habitación y tuvo relaciones sexuales con ella. Estaba tan asustada que no se atrevió a decir nada, pero ¿quién había rebuscado en su cubo de basura? 

— ¿Lo vez querido? ¡esa hija tuya salió igual a su madre, le gusta seducir a los hombres como su madre lo hizo contigo! no sabe de decencia, ahora perjudicará a su hermana y Jesica no podrá socializar con la élite, por su culpa mi hija no podrá tener buenas oportunidades de casarse con una buena familia — La madrastra de Violeta estaba volcando en ella los celos que sentía por la difunta esposa de su marido, siempre había despreciado a la hija de su rival.

— ¡Esto no tiene nada que ver con mi madre y debe dejar de insultarla ya!

— ¡¿Pero que dices mala hija?! ¿Cómo puedes hablarle así a tu madrastra? ¡Discúlpate con tu madrastra inmediatamente!

—¡No lo haré!

—Mierda. Sin modales ni educación, igual que te acostaste con Fabio antes de casarte. ¿He criado a una zorra?

—No es Fabio... él no es el padre del bebé — Violeta soltó en medio del llanto, enfrentarse a su padre después de cometer ese error, era lo más difícil que le había tocado hacer, él era intimidante por decir poco.

—Ni siquiera sabes quién demonios es el padre del bastardo que llevas en el vientre! eso no te lo creo, ¿dime quién es? ¡¿quién se atrevió a deshonrar a mi familia?!

— ¡Padre te juro que no se quién es el papá de mi hijo! ¡Me pusieron una trampa, drogaron mi bebida en la fiesta! Creí que quién estaba en esa habitación se trataba de Fabio.

— ¡Te has convertido en la vergüenza de la familia, resultaste ser una cualquiera, ahora todo el mundo empresarial sabe de tu mal paso! no hay forma que te permita quedarte en la mansión De León, me has decepcionado, acabaste con tu reputación y de paso con la mía, si te quedas solo vas a afectar a tu hermana, tu promiscuo comportamiento manchará también su imágen y no podrá conseguir un buen partido para casarse.

— ¡Papá! ¡yo también soy tu hija! he sido la mejor de mi clase, obedezco tus reglas, solo cometí un error, no puedes darme la espalda cuando más te necesito! por favor no me eches de la casa, estoy embarazada... — Violeta lloraba desconsolada, ¿a dónde iría ella esperando un hijo y lloviendo a cántaros?

El Empresario regido por las costumbres machistas no perdonó el error de su hija, tenía planes para que Violeta lo sustituyera en la gerencia general cuando se retirara, pero ahora con ese embarazo ni siquiera la universidad iba a poder terminar.

— Papá, por favor, sé que Violeta debió cuidar su honra y su reputación pero ya está hecho, está embarazada de sabrá Dios que delincuente sin oficio, pero no tienes que echarla — Jesica fingía ayudar a su hermana pero era más que evidente que le estaba echando más lumbre a la hoguera.

— Violeta ya no tiene lugar en esta familia ni en está casa, ¡vete! ¡largo de mi presencia! ¡ustedes, saquen a esta mala semilla de mi casa! — la palabra compasión y piedad no existían en el duro hombre, Violeta le había fallado de la peor manera y no sería perdonada.

Jesica y su madre estaban más que satisfechas por qué su plan les había funcionado, habían destruido a Violeta a los ojos de su padre y de la sociedad élite, ahora Jesica se quedaría con todo los suyo como siempre quiso.

La joven embarazada después de quedarse un par de horas llorando cerca de la puerta con la esperanza de que su padre recapacitara y decidiera no echarla pero eso simplemente no sucedió, él no le tuvo compasión ni siquiera por ser su sangre, entonces ella entendió que no tenía más nada que hacer allí, ya no era bienvenida en la familia De León nunca más.

En el camino pudo comunicarse con su amiga Carolina desde un teléfono público, Caro salió de prisa a por ella, nunca se esperó encontrarla empapada de pies a cabeza caminando como un zombi, su mirada era de total tristeza, poco le importó empaparse la ropa, abrazó a Violeta para que llorara en su hombro.

— ¿Qué te paso? ¿Por qué estás así?

— Estoy embarazada, Carolina, mi padre me ha echado de su casa y de su vida, ahora soy repudiada por todos los De León, Jesica me drogó en tu fiesta.

Violeta llegó a la casa de Carolina hecha pedazos, después de ser repudiada ahora no tenía familia, solo el bebé que crecía en su vientre era lo que la consolaba, él no tenía la culpa de nada y lo iba a proteger de quién sea sin importar quien fuera el padre

— Violeta, ¿estás segura que no sabes de quién es el bebé? si lo supieras tal vez lo podrías obligar a qué se hiciera responsable, no tienes que pasar por esto tu sola.

— No sé quién es, si lo supiera ya lo habría buscado pero para mí mala suerte solo amanecí con él en esa cama, estoy segura que Jesica me puso algo en la copa de champaña, nunca debí beber de ella, ahora todos me han dado la espalda pero juro que saldré a delante por este bebé, mi hijo será mi fuerza.

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