El apuesto CEO Ferreira, se quedó al lado de la bella Violeta, ella siempre estaba a tono con el, solo esa mujer podía tranquilizar el carácter de su marido, parecía que nunca iba a ver con buenos ojos al CEO Mancini
— Carajo, estás tan hermosa, ¿cómo he podido vivir todo este tiempo.po sin tí, Mariana — el futuro esposo no podía desviar su mirada de la mujer que tenía frente a él, sentía que el corazón se le saldría del pecho
— Gracias futuro esposo, tú también estás muy elegante y apuesto hoy, estoy segura que soy la envidia de muchas mujeres, estoy tan feliz de que este día me vaya a convertir en tu esposa — el juez que ya estaba preparado los interrumpió
— Bueno, comencemos, estoy aquí para unir en matrimonio a esta feliz pareja, el matrimonio es la base de la sociedad, aquí se adquieren derechos y obligaciones, señor Fabio Mancini, ¿promete respetar y ser compañero fiel en las buenas y malas para toda la vida a la futura señora Mancini?
— Lo prometo solemnemente, para toda mi vi