El lugar quedó en un silencio absoluto.
Pero al instante, los amigos de Nelson estallaron en carcajadas.
—¿Una fiesta en tu honor? —se burló uno de ellos—. ¿Estás diciendo que eres la única hija de los Lima?
—¡Jajaja! Ivana, todos sabemos que tú eras la "hija perdida" que los Ramos recién encontraron. ¡No puedo creer lo que estás diciendo! ¿Te fuiste al psiquiatra y te dieron las pastillas equivocadas? ¡Hablas como si estuvieras en un sueño!
Las risas no paraban. Felipe y Celia estaban tan furiosos que sus caras se desfiguraron.
—¡Estás completamente loca! ¡Ni sabes lo que estás diciendo! —gritó Felipe.
Celia, sin pensarlo, agarró a Ivana del brazo con fuerza.
—¡Vete ya!
La jaló bruscamente. Nelson, al ver la escena, se puso tenso, a punto de intervenir para protegerla.
Pero justo en ese momento...
—¿Qué está pasando aquí?
Una voz firme cortó el aire.
De inmediato, todos se callaron y miraron hacia arriba. Un hombre y una mujer elegantes se acercaban.
Alguien murmuró sorprendido:
—¡Es