Amber.
Es curioso de lo que uno se entera y de lo que las personas dicen en estado de ebriedad, sus pensamientos, sus sentimientos y deseos.
-Si la otra noche me lo dijistes.
-¡Qué! que te dije.
Le doy una sonrisa de pura maliacia y le contesto de una forma burlona.
-No lo sé creo que se olvidó.
-Amber no seas infantil.
Ángel mira para otro lado y despues me ve a mi con tristeza.
-Dime por favor que fue lo que te hice que te molesto tanto.
Lo pienso un poco si decirle o no pero se me ocurre algo mucho mejor y sería como darle una cucharada de su propio chocolate y aprendería a no propasar mi espacio personal.
-Quieres que te lo diga.
-Por favor, no lo recuerdo.
-Bueno con una condición.
-Lo que quieras con tal de que me cuentes.
-Bueno cierra los ojos y pase lo que pase no te nuevas.
El asiente y cierra los ojos, me siento en la cama y me le aserco con cuidado de no tocarlo y al no tener camisa puesta esto será más fácil, colocó una mano en su hombro me relambo los labios y le muerto