No entablamos conversación, la lleve directo a mi casa para que pueda descansar de este traumático evento. Mi casa está totalmente custodiada y ya los hombres de Ronin se encuentra también.
Nos estacionamos y cuando planeo bajar para posteriormente ayudarla a ella, sus manos me detienen. Su mirada está fija en los hombres de afuera y se le ve sumamente nerviosa.- ¿Qué hacemos aquí? – pregunta, y yo caigo rendido cuando sus ojos azules como el cielo se clavan en los míos. ¿Ahora entiendo porque Andréi la llama así?- Aquí estarás más segura. – le confieso, acariciando su cabello.- Mi hermano.- Ya lo saben y están de acuerdo. – solo asiente. Y con esta respuesta espero haber sido claro y no me arme alguna escena.- En serio no quiero incomodar.- Cariño, jamás me incomodarías. – susurro, adm