Nicholas había insistido que cenara en el comedor con él pero no tenía ganas así que hizo que Agnessa me llevara comida a mi habitación. A decir verdad esa mujer no me daba buena espina, era extraña, sospechosas y meticulosa.
Hay algo en ella...
Bufé no queriendo pensar en ella, después de apenas tocar mi comida acuné a mi hijo para que durmiera y justo después unos golpecitos sonaron en la puerta.
-Luna, ¿Está bien? ¿Necesitas algo? -la voz de Kaden se coló por la habitación y finalmente decidí salir un rato para dejar dormir a Nicki aunque la verdadera razón se debía también a que todo el día había resultado aburrido y quizás me distraería aún más si hablaba un rato con Kaden.
Después de echarle un último vistazo a Nicki caminé a la puerta y abrí haciendo que Kaden diera un paso atrás y me sonriera avergonzado.
-Sácame del aburrimiento -bromeé y él soltó una risita.
- ¿Quiere caminar, Luna?
-Basta de llamarme Luna, soy Verónica y tutéame me siento como mi abuela.
Murmuré y comenzamo