POV JEREMY
Mis manos sudaban desde hacía media hora. Me sentía como un estúpido adolescente.
Joder. No podía ser tan complicado.
Tranquilo. Todo saldrá bien... Ella va a decir que sí.
Suspiré mientras revolvía mi cabello, abrumado por todos aquellos pensamientos que no hacían más que ponerme peor.
La puerta principal de nuestra casa se cerró y supe que ella estaba aquí.
-¡Poli guapo!- gritó desde el comedor -Ya llegué-
Sonreí al escuchar su saludo.
Todavía recordaba cuando me confesó aquel apodo, con sus mejillas coloradas y una tímida sonrisa.No pude hacer otra cosa que llenarla de besos.Carraspeé nervioso y coloqué mis manos en los bolsillos de mi pantalón negro. Esperaba que llegara a ésta hora de su trabajo, pero en cierto modo el tiempo había pasado más rápido de lo habitual.