Capítulo 38 Los testigos

—Estoy nerviosa—confesé lo obvio.

—Estarás bien. Primero subirán a declarar dos personas y luego vendrás tú.

—¿No entrarán verdad?—le pregunté a Mike.

—No. Rámses fue él que más refunfuñó pero lo aceptó. Yo estaré allí contigo. Nadie más.

—¿Y Gabriel?

—Tampoco estará. Solo estaremos presentes tus abogados, ninguno de los pasantes.

—Gracias.

Estaba tan nerviosa que mordisqueaba la piel alrededor de las uñas, un habito espantoso que había dejado atrás hace mucho tiempo, para ser exacta, cuando comencé a vivir con los O’Pherer.

—No te dejaré sola. Estaré contigo en todo momento. Si quieres parar, si ya es suficiente, dímelo.

—Pensé que tendría la obligación de responder todas las preguntas.

—La tendrás, pero yo me encargaré de sacarte de allí si ya no puedes seguir.

Suspiré profundamente tratando de recomponer mis nervios y me tomé el tilo que me habían traído hasta la pequeña habitación donde estaba.

La puerta se abrió y mi familia entró. Toda ella. Rámses, Gabriel, Fernando, Hayden y A
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo