ALESSA SINCLAIR, PROVENIENTE DE Toronto, Canadá; una chica rondando los veintiún años de edad, con una cabellera roja peculiar y unos enigmáticos ojos color chocolate que, lejos de aburrir, llamaban la atención de cualquiera, al igual que su melena. Características resaltadas por una piel blanca como la nieve, y un carácter explosivo.

En su país y ciudad natal, había sido contactada y solicitada para entrar al programa académico más exclusivo del continente, ubicado en Manhattan, donde sólo los estudiantes más destacados podrían tener la fortuna de contar con las herramientas necesarias para sacar a flote su talento y potencial en el mundo de los superdotados. Fue una de los tantos seleccionados. Debió dejar toda su vida en Toronto para llegar allí y asegurar su propio futuro profesional. Vivir en otro lugar, lejos de su única familia, le afectaba en ciertas medidas. Intentaba acostumbrarse, pero aún le quedaba mucho por aprender; o más bien, por controlar.

Sólo llevaba tres años... Tres años bastante monótonos y relativamente aburridos. Para Alexia, lo más emocionante fue escaparse de clases, insultar a cuanto imbécil se le cruzara y salir de juerga con su mejor amiga algunas veces. Comunicarse con su familia funcionaba para aminorar el peso de la soledad en una ciudad que, con su grandeza, la empequeñecía en ocasiones; no obstante, la realidad caía en que ella, fuera de su sus estudios y cientos de títulos, no tenía una vida como tal.

Algo le faltaba.

Entonces bastó un día, un ascensor y el mal carácter de la canadiense para cambiarlo todo.

Él apareció, y había aparecido para quedarse.

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Nota de autora:

¡Hola! Primero que nada, esta es una historia que escribí hace muchos años, era bastante joven y nueva en el mundo de la escritura, así que disculpen los errores tanto en la escritura como en la trama. Pasen a disfrutar si vinieron a divertirse :)