POV de Elena
Entre Fátima evitándome y Mercedes acaparando la mayor parte de mi tiempo, no tuve oportunidad de presionarle por más información.
Pero hoy obtendría más respuestas, Fátima debía volver, ya que Mercedes tenía que salir con Tomás a algún lugar. Ella ya no podría esconderse de mí.
—Fátima acaba de comunicarse mentalmente conmigo, tiene un virus estomacal —anunció Tomás en la mesa del desayuno.
¡Increíble!
—Oh vaya, no queremos eso en la casa, especialmente con Elena todavía recuperándose.
—Estoy bien —dije animadamente, desesperada por respuestas—. No me interesa si Fátima pueda contagiarme de algo, no esperaría ni un día más.
—No seas tonta, querida. Tomás, me quedaré y vigilaré a Elena mientras tú continúas con nuestros planes solo.
—¿Estás segura, mamá? ¿No te importa?
—Por supuesto que no.
Con la madre de Tomás allí comenzaba a sentirme más como una prisionera que como alguien recuperándose. No podía ir a ninguna parte en ese momento, sus órdenes de que no me esforzara