Punto de vista de Carla
Habían pasado ya tres horas y decir que estaba hecha un desastre era quedarse corto.
Mis codos descansaban sobre mis rodillas, mi cabeza entre las manos mientras repetidamente tiraba de mi cabello suelto... todas esas cosas horribles pasando por mi mente. No podía encontrar ninguna paz interior... lo único que no dejaba de pensar era que algo debía haber salido mal para que tardara tanto.
El doctor había dicho que tres horas deberían ser más que suficientes para completar el procedimiento de trasplante y estabilizar a ambos pacientes. Entonces, ¿por qué ahora estábamos entrando en la cuarta hora?
Ni siquiera noté que la integrante femenina de la manada entrara a ofrecernos bebidas hasta que escuché que dejaba caer la bandeja al salir.
Héctor la ayudó a ponerlo todo de nuevo en la bandeja y limpió el suelo ahora empapado, ya que las manos de la mujer temblaban demasiado.
—Carla... cálmate. Tu aura está afectando a los miembros de tu manada...
—¿Qué? —Salí del est