Capítulo 6

Nathan

Tengo dos días pensando en el beso que le di a Ximena, << ¡Dos puto días!>> y no se me sale de la cabeza, es la primera mujer que me prende con un beso, no sé qué diablo me pasa y para el colmo no la he visto desde el beso.

Al día siguiente estaba por tirarme a una tía toda tetona y no pude porque me llego a la mente Ximena, no sé qué diablos me pasa, pero creo que si me la follo puede ser que me la saque de mi mente.

No sé ni lo que estoy pensando esta tía solo con un beso me prende. En este viaje tendré que ver qué es lo que me pasa con esa mujer. Ahora estoy en mi apartamento dándome un baño para salir a recoger a Ximena, no sé cómo voy a reaccionar cuando la vea, salgo del baño secando mi cuerpo desnudo.

Cuando estoy seco voy a mis cajones y saco mi ropa interior me la colocó. Después camino al closet donde tomó un pantalon azul ajustado y un polo con cuello V también elijo una Vans negra y una gorra. Arreglo mi cabello que está largo arriba y corto a los lados echó para atrás y me coloco la gorra.

Tomó mis maletas y salgo de mi casa donde en la entrada me espera Lucas quien será mi chofer para llevarme al aeropuerto, toma mi equipaje y lo coloca en la parte trasera del auto, yo por mi parte entro y le digo la dirección de Ximena.

(...)

Treinta minutos y ya estoy tocando su puerta, ella abre y la observó de arriba abajo. Es ahí cuando no me puedo contener las ganas de besarla, la tomó de la cintura para acercarla a mi cuerpo.

— ¿Qué hac... —No la dejo terminar de hablar porque ya tengo mis labios sobre los de ella, la beso con desesperación y ella me sigue el beso. Llevo mis manos a sus nalgas y la levantó logrando que envuelva sus piernas en mi cadera. Camino y cierro la puerta con el pie, la acuesto en el mueble y subo sobre ella, bajo mi boca a su cuello pero me detengo cuando siento como ella trata de apartarme de su cuerpo y yo la miro confundido.

— ¡¿Quién te crees para venir a mi apartamento a besarme?! ¡Idiota! ¿Acaso crees que soy una más de tu putas? —Exclama y me da un empujón para que me quite, pero no me muevo, la miro y veo que está enojada así que me bajo de ella.

No eres una de mis puta como dices, pero no puedo contenerme tengo dos días pensando en ti, ¡Dos putos días! —Gruño alborotando mi cabello con frustración—Es una jodida mierda.

— ¿La misma frase que le dices a todas para follar?—Cuestiona con sarcasmos provocando que la mire enojado y a la vez ofendido por su pregunta.

— No, porque con las que follo no tengo que hablarle, ni pasar palabras con ellas. Vienen sola hacía mí —murmuró bastante cabreado por su actitud.

— ¡Felicidades! ¿Te daña el ego de macho pecho peludo que no sea una más en tu larga lista? —Cuestiona con burla y sarcasmo.

—Toma tus cosas que tenemos que irnos al aeropuerto—ordeno para salir de su apartamento tomando su maleta más grande, <<Soy un jodido idiota que solo actúa por impulso>>Pienso. Fuera del edificio camino hasta camioneta y Lucas toma el equipaje de Ximena, entro y a los tres minutos la chica que me trae de bolas morada entra a la camioneta en silencio.

(...)

Llegamos al aeropuerto y ya Javier nos está esperando, voy hasta donde está sentado, me siento sin hablar en los asiento de espera para el llamado de nuestro vuelo, Javier sabe que estoy enojado así que no pregunta.

Pasajeros del vuelo B-78 con destino a Madrid abordar por la puerta tres —piden por el alta voces y yo me levanto del asiento.

Entramos por la puerta de abordaje que es VIP, tomó el asiento que está al lado de la ventana y me siento.

—Me puedes cambiar el asiento —escucho que dice la voz de Ximena a un tipo que la mira con deseo.

—Siéntate aquí —suelto serio mientras me paro y la tomó de la mano para que se siente en el que está a mi lado, pero le doy el de la ventana para que el tipo ese no la mire, idiota.

—Gracias —susurra, solo asiento con la cabeza. No sé porque sentí que la sangre se me calentó cuando vi a ese tipo mirarla con deseo, me dieron ganas de levantarme y partirle hasta madre a ese bastardo.

(…)

Llevo como una hora observando a Ximena dormir, no sé porque diablo la observo como un crio hormonal, me frustra parecer un adolescente, siento deseos de ir al baño así que me paro y voy pero en el camino veo una azafata que me mira coqueta, <<No caería mal una buena mamada para liberar estrés>>, Pienso. Le hago seña para que me siga al baño.

Cuando estamos dentro pongo seguro, todos los pasajeros están durmiendo y este lado es VIP así que nadie se va a dar cuenta de lo que va a pasar.

—Quiero que me la chupes. —Es lo único que digo mientras me bajo el cierre del pantalón, ella se arrodilla y yo meto mi mano en mi bóxer, saco mi polla y ella la mira con ojos lujurioso, suelto mi miembro y ella se relame los labios. Cuando esta por tocar mi polla que no se encuentra erecta pero tiene buen tamaño, estoy orgulloso de mi cuerpo, me llega el recuerdo de Ximena y tomo mi pene y la guardo rápido en mi ropa interior la azafata me mira confundida, yo solo subo el cierre de mi pantalón y salgo del baño.

Llego al asiento y Ximena está durmiendo en una posición muy incómoda así que la tomo sin despertarla y la acomodo en mi regazo, ella se acomoda en mi pecho y suelta un suspiro que hace que mi corazón se agite en mi pecho, maldición ¿Qué mierda me está pasando? Respiro el olor de su cabello y la azafata me mira, la miro serio a lo que ella se larga y viene una morena que me entrega una colcha para que me cubra y según ella abrigue a mi novia, suspiro, si supiera que no somos nada.

Estiro el asiento hacia atrás y acomodo a Ximena sobre mí, nos cubro con la colcha y no tardó mucho en caer profundo en la oscuridad.

(...)

Despierto porque alguien se remueve sobre mí y en ese movimiento tan insistente está rosando mi miembro, gruño y aprieto más hacia mi lo que se encuentra sobre piernas.

—Nathan quiero ir al baño. —Escucho que dice la voz de Ximena, yo gruño y la pego más a mi, no quiero que se separe de mi— ¡Nathan por Dios! —Exclama con frustración, suspiro. La suelto y ella se baja de mi regazo, abro los ojos y veo que se va al baño. El tipo ese la sigue con la mirada, bostezo y me estiro en el asiento, echo una mirada por la ventana.

A los tres minutos Ximena vuelve y se sienta en su asiento.

—Pasajeros, abróchense los cinturones vamos a aterrizar, —anuncia la azafata que estaba por darme una mamada. Me abrocho el cinturón miro a Ximena y veo que le está dando dificulta para abrocharse el suyo, me quito el mío y me acerco para abrochar el de ella, cuando está listo vuelvo a mi antigua posición y coloco el mío de nuevo.

El avión se tambalea un poco, miro a Ximena que tienes los ojos cerrados y tomo su mamo, le doy un suave apretón para reconfortarla <<No sé ni porque hice eso>> Pienso, pero me siento tan bien con ella cerca de mí.

—Gracias, esta es la parte que más odio de los vuelos, —murmura nerviosa.

—De nada bonita, —suelto de la nada cosa que provoca que ella se sonroje. El avión hace un perfecto aterrizaje y en orden todos bajamos de este.

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