Ese mismo día Liuggi, preparó todo, habló con Joao para avisarle, este estuvo conforme quedando en viajar a verlos. Lisbani fue trasladada en una aero ambulancia a Montefioralle, específicamente a Villa Verona ubicada en el valle de Chianti, donde su madre vivía, una hermosa casa de campo de piedras afiladas, rodeadas de hierba, hermosas flores y arbustos que daban una encantadora visión del paisaje, el aroma de romero impregnaba el ambiente dándoles una sensación de sosiego.
Liuggi observó a Lisbani mirar la campiña, ella estaba feliz, cerró sus ojos y empezó a suspirar captando el olor del ambiente, esbozó una pequeña sonrisa, mientras le tocaba el vientre, se veía tan bella, tan deseable, sin pensarlo un segundo más, se acercó, la abrazó y la besó con una necesidad apremiante, ella no se esperaba su muestra de cariño, abrió sus ojos y boca en gesto de sorpresa, oportunidad aprovechada por Liuggi para introducir la lengua en su interior.