NATHALIE
—Lo sé amiga, tranquila, respira, profundo, nada más mira ¡Oh Dios mío Nathalie, amiga es positivo! Es positivo
Aquel día fue el mejor de mi vida, muchas veces soñé con que eso sea verdad, la espera me mataba, los días que pasaban me había ya comido todas las uñas, espere unas semanas para asegurar todo, cuando vi a mi pequeña semillita a través de la pantalla juro que lloré de la emoción, aunque casi no se veía que me aseguraran que estaba ahí me llenaba el pecho de felicidad, me limpie los anteojos porque se habían apañado.
—Gracias señorita — Le digo mientras recibo mi helado de fresa con pasas, si se es curioso nunca me gustaban las pasas, pero creo que mi bebé antoja de eso, al menos que yo quiero pensar en eso, no debo estresarme pensando en él, en el hecho que nunca sabrá de qué llevo dentro de mí un pedacito de él, algo que hará que toda mi vida esté unida a el aunque no lo sepa.
Ahora estoy caminando por la avenida, tuve que ir a la doctora que me atiende porque tení