UNA SEMANA DESPUES
─Pequeña, vamos a cenar esta noche ─ Con las manos en los bolsillos observando como Paola termina a de guardar unos documentos.
─Vamos pues, y sirve que te cuento lo que ha sido la semana de tortura de mi hermano ─ Tomándolo del brazo y jalándolo para salir de la oficina para luego meterse al auto de Paola.