Capítulo 5

Cuando mis amigos llegan, pasamos a la piscina y he traído mi parlante para poner música, el momento es bastante agradable y ameno, nos la estamos pasando de maravilla, al menos hasta que Henry ha bajado a la cocina, nos vigila desde su posición, es una pena que queden tan cerca una de la otra. Mi amiga me ha dicho que mi padrastro es bastante atractivo y no se lo he negado, le dije que, en efecto, Henry es muy atractivo para la edad que tiene. Ella se ha reído de mi comentario y me dijo que estaba loca, pero me susurro de forma muy disimulada que tenía suerte de que fuera mi padrastro.

Preston se acerca a la orilla donde estoy sentada y recarga sus brazos sobre el borde, me dedica una sonrisa coqueta y yo se la regreso, miro de reojo a mi amiga y ella dice que se irá con las otras chicas a ver que tanto chismean. Él me dice que se la está pasando de maravilla, una de sus manos acaricia con delicadeza mi pierna izquierda, teniendo cuidado de que mi padrastro no nos vea. Preston y yo nos atraemos, incluso dicen que seriamos la pareja ideal.

La atracción que sentimos el uno por el otro, es tan palpable, que mi piel se ha erizado y un calor abrazador se va apoderando de mí, estoy excitada. Me está costando un poco de trabajo respirar, aprieto un poco las piernas, pero mi coño está hinchado, un pequeño gemido se me quiere escapar, pero lo logro contener.

—Hannah, ven acá.

Le digo a mi acompañante que regreso en un momento y me levanto de mi lugar, para después ir a ver a Henry, que me ha hablado desde la cocina. Apenas entro, la criada sale de la cocina a paso apresurado, me cruzo de brazos y miro a Henry, que está parado a unos metros de mí.

—Ese joven se está empezando a sobrepasarse contigo, así que— Se acerca más a mí, poniendo una postura bastante firme, es la primera vez que lo veo así. —Lo controlas o lo saco de la casa.

Abro los ojos de par en par y doy un paso atrás, su expresión y la forma en como me ha hablado da bastante miedo, pero no pienso ceder, me cruzo de brazos y frunzo el ceño, molesta por su repentina actitud de padre sobreprotector.

—No está haciendo nada malo, solo estamos hablando.

—Que te esté acariciando la pierna no es hablar tranquilamente— Refunfuña molesto. —Así que, te comportas o le digo a tus amigos que ya se vayan.

—Bien, bien— Siseo molesta. —Rayos... consíguete una puta, te hace falta follar— Susurro suavemente, menos mal no me ha escuchado.

Me doy media vuelta y empiezo a caminar de regreso a la piscina, pero Henry me toma del brazo con fuerza y me saca de la cocina, para llevarme hacia las escaleras que llevan hasta los cuartos. Vamos escaleras arriba y me llevá hasta la entrada de mi habitación, abre la puerta con brusquedad y me mete.

—¡Cambiate! — Exclama molesto. — ¡No puedes estar usando en frente de otros, todavía estas chica!

—¡Por todos los cielos! — Ahora soy yo la que grita. —¿Qué tiene de malo mi bañador? Además, quería estrenarlo.... tiene rato que lo compré.

—No me importa, te cambias y se acabó la discusión.

Sale de mi habitación molesto y furioso, yo también estoy igual, frustrada por su actuar, de haber sabido que se iba a poner así con mi bañador, me hubiera puesto el otro. Un puchero se dibuja en mi rostro y me cambio de traje de baño. El otro también es bastante sexy, pero la parte inferior es algo pequeña para mi cuerpo.

—¿Desde hace cuánto que tengo esto?

Por más que trato de acomodarlo, no consigo hacer que se acomode como se debe, la parte de adelante, deja ver un poco algunas partes de mi vagina y de la parte trasera se sale un poco mis nalgas. Me miro al espejo y sé que, si salgo así, Henry pegará el grito al cielo y se lo dirá a mi mamá, así que al final me termino poniendo un short.

De regreso en el jardín, veo que mis amigos están en una esquina de la piscina hablando cómodamente, mi amiga se acerca a mí y jala de regreso a la cocina, se le ve bastante emocionada. Se acerca tanto a mí ya que me va a decir un secreto muy importante. Entre risitas y pequeños jalones, me dice que Matías, el mejor amigo de Preston, se le ha declarado y me ha preguntado si debería aceptar ser su novia o no.

—¿¡Estas idiota o qué?! — Exclamo en voz baja. —¡Llevas todo el año pasado deseando ser su novia! Y ahora que se te declara ¿No sabes si decir que sí o no? ¡Vamos Renata!

—Ya sé, ya sé— Musita alegremente. —Pero... es que.... me da miedo que solo me quiera para.... ya sabes.... — Baja la mirada tímidamente. —Que quiera mi... cuquis.

—El coño— Le digo irritada mientras pongo los ojos en blanco. —Pues no se lo des— Suelto una risa sarcástica. —No importa cuánto trate de tentarte, si tus marcas el límite, él no debe pasarlo, es así de simple y si te termina porque no le has dado la prueba de amor, pues que se joda.

Renata ha sido mi mejor amiga por muchos años, le tengo demasiado cariño y es la única la que sabe que Henry no es mi padre biológico y todo lo ocurrido con mi papá, ella también me ha contado varios secretos suyos, como que ha visto desnudo a su vecino varias veces y le ha gustado lo que ve, no pude evitar reírme cuando me lo dijo, también me ha dicho que, en una ocasión, encontró a su mamá teniendo sexo con su otro vecino, pero su mamá no se dio cuenta de eso.

Mientras platicamos, nos ruge el estómago y decidimos hablar con los otros para pedir una pizza, una vez que todos llegamos a una decisión, Preston marca el número y pide las pizzas, pero el tiempo de espera es demasiado, así que optamos por ir a la sala y ver películas mientras esperamos.

Estamos todos tumbados en la sala viendo películas mientras comemos la pizza que pedimos, veo la caja y tomo tres pedazos, sirvo en un vaso refresco y se lo llevo a Henry, que no ha salido de su habitación todo este rato. Me da pena verlo tan aislado y apachurrado, toda esta situación con mi mamá lo está acabando, espero que esa mujer idiota abra los ojos y que se dé cuenta de que tiene a un hombre maravilloso a su lado.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo