Al terminar bajo a la sala, los chicos ya están aquí con sus bebés y sus maletas listas.
- Chicos. ¿Ya sé van? – Pregunto muy triste.
- Sí, recuerda que los chicos piensan que estamos en nuestras casas y al regresar irán directo allí. – Dice Ariana un poquito triste, pero es totalmente cierto.
- Si, es cierto. – Sueno resignada, pero les muestro una sonrisa.
- Ok, ya nos vamos. – Dice Daniel.
- Está bien, cuídense. – Les digo y me ven con diversión, y es que vivimos al lado de los otros, pero aun así es un poco lejos y es que también ya casi no nos vemos a menudo.
Nos despedimos y le doy un beso a cada bebé, ellos se van y yo me quedo sola a esperar a mi esposo.
Cuando falta poco tiempo para que regrese Ryder voy al cuarto a traer a William. Ryder es muy mandón y sé que nos quiere a los dos en la puerta esperándolo para recibirlo.
Subo y entro al cuarto. Sigue muy dormido, con mucho cuidado lo tomo y lo cubro bien con su mantita.
Bajo al primer piso y voy a la sala, me siento con él e