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Debido a la situación en la que Viena entraba al hospital, su hermana Simona valiéndose de su oficio se encargó de estar al pendiente de lo que harían ante lo que presentaba. Sus padres por su parte se encontraban muy angustiados, a tal punto que no sabían que hacer ante lo ocurrido. Evan por otro lado se sentía confundido y preocupado, sobre todo al notar que sus brazos tenían ligeros rastros de sangre.

—Mamá, papá, es necesario que Heather tenga un castigo por esto, si a los dos les pasa algo ella será la única culpable.

—Blanchett ¿Dijiste dos? ¿A qué te refieres?

—Me equivoque… quise decir a Viena, es que esta situación me tiene nerviosa.

—Nuestra hija tiene razón, Kate, Heather debe recibir un castigo por lo que hizo, como se atrevió a lastimar de esa forma a su hermana.

—Evan. ¿Te encuentras bien? Durante el trayecto y estando aquí no has pronunciado palabra alguna —inquiría Kate al ver el estado de este.

—No tengo palabras ante est