Había amanecido en Shainy, pero a pesar de eso, el cielo seguía siendo terrorífico, volvía a tener los colores naranja y morado parecidos al del ocaso. Los colores ni la luminosidad del planeta cambiaban después de la guerra. En ese momento, Èliàn se había levantado y miraba hacia el cielo.
- La cicatriz del mundo. – susurró.
- ¿Qué dijiste’? – La muchacha se sobresaltó. Neithan iba hacia ella.
Estaban en la costa donde la noche anterior se había reunido con Jessica.
- Shainy sufrió mucho.
- Es cierto. – Dijo Neithan mirando hacia el horizonte. – Pero aún tiene un aire fresco y limpio. No hay nada que lo contamine.
- Neithan – Dijo alguien corriendo y ambos muchachos se volvieron. Bog iba hacia ellos. – Esto está sonando desde hace rato. Intenté buscarte, pero no te encontré.<