Primeras enseñanzas

La habitación le robo a Celeste una exhalación de asombro. El techo alto daba espacio suficiente para que un dragón volara, el piso de piedra no era nada extraordinario, ni las mesas redondas del comedor o la barra de bufet que había a un lado, lo que verdaderamente la sorprendía era que no había paredes, ni vigas, ni nada que sostenga el techo que levitaba sobre todos.

El viento pasaba sin restricciones y mientras avanzaban entre las mesas vacías y llenas, el piso se abría en algunas zonas mostrando estanques y caminos de agua que se conectan entre sí.

Una que otra sirena salía a saludar. A Celeste le parecían viscosamente desagradables.

Las voces se hacían cada vez más altas y más ojos se fijaban en ellos. Se escuchaba opiniones distantes y mezcladas, expresiones distintas pero todos se hacían a un lado cuando pasaban.

Se sentaron en una mesa cercana

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo