La expresión de Nolan era sombría y se quedó estupefacto cuando vio a Maisie. Justo cuando Maisie iba a decir algo, él la abrazó y enterró la cabeza en su hombro.
Maisie se quedó paralizada, pero dejó que la abrazara. No sabía si estaba alucinando o no, pero le pareció que Nolan le pedía consuelo.
Ella preguntó: "¿Nolan?”.
Él la abrazó más fuerte y dijo: “¿Crees que soy tonto? Ni siquiera recuerdo la zona asignada dentro de mi propia compañía”.
Maisie se quedó atónita y luego se echó a reír. Se le ocurrió que este hombre se había obligado a actuar como si nada hubiera pasado y regresado en busca de consuelo.
“Es tu compañía. ¿Por qué sigues preocupándote de que los demás se rían de ti?".
Nolan la empujó y la agarró por los hombros. Él la miró fijamente y preguntó: "¿Y si se ríen de mí?”.
Maisie le levantó la barbilla y alzó las cejas. "¿Quién se atreve a reírse de mi hombre?”.
Nolan la miró en silencio. Nadie sabía lo que estaba pensando en ese momento.
De repente, Daisie asom