Maisie respiró hondo.
En ese momento, su rostro no pudo evitar palidecer. “Rowena, ¿no tienes miedo de que el abuelo y Nolan sepan lo que hiciste aquí?”.
Rowena la soltó, se apartó y una mueca se abrió paso en su rostro. “¿Acaso importa que se enteren?”.
Ella se puso de pie y giró la cabeza para volver a mirarla. “De todos modos, él no sabrá que yo lo hice, y no tienes oportunidad de decirle”.
Dos personas con trajes protectores se acercaron como si se estuvieran preparando para algo. Maisie se resistió, y el miedo se extendió poco a poco en el fondo de su corazón.
'¿Realmente voy a morir esta vez?’.
'No, no quiero morir. No quiero dejar a los niños. ¡Tampoco quiero dejar a Nolan!’.
Estaba tan aterrorizada que hasta sus poros temblaban y su sangre parecía retenerse.
Inesperadamente, cuando las personas vestidas con ropa protectora estaban a punto de quitarle la ropa, se escuchó un disparo desde afuera que los hizo entrar en pánico al instante.
Justo cuando Rowena reaccionó al