Cuando el coche llegó a la Mansión Southern, la mayoría de las sirvientas se habían quedado dormidas.
Mahina le abrió la puerta a Cameron, y ésta se apresuró a salir al patio tras bajarse del coche.
Sin embargo, no esperaba encontrarse con nadie.
Los alrededores estaban poco iluminados, y la luz que provenía de la casa le había dado la oportunidad de ver quién era la persona que tenía delante. A Cameron le dio un vuelco el corazón y se quedó paralizada.
Mirando a la mujer con poca ropa y muy maquillada, Waylon se quedó callado.
Cameron se cubrió la cara con la mano, y la palma se le llenó de sudor.
Había olvidado que Waylon se estaba quedando en su casa.
"M-". Cuando Mahina vio a Waylon, se sorprendió tanto que su alma casi abandonó su cuerpo. Se apresuró y cubrió a Cameron con una chaqueta. "Señorita, él es el Señor Goldmann. Es amigo del Señor Southern".
Waylon frunció el ceño. Contempló el rostro semicubierto de la mujer y soltó una risita. "¿Desde cuándo el Señor Southern