Alicia.
Los días han pasado y la abuela se ha tomado sus palabras muy en serio, ahorita estoy trotando con leña amarrada a mi espalda.
-¡Ya no puedo mas!
Siempre y sencillamente me desplomó en las hojas del bosque, mi abuela viene caminando a tras de mí, no sé de dónde saca tantas fuerzas si tiene como 1000 años.
-Abuela ya no puedo más.
-Nada de que abuela ya no puedo más, muéve ese flácido trasero.
-Que no tengo el trasero flácido.
-A no.
Siento como empieza a pegarme con su pie y me levanto.
-Abuela qué....
-Qué dijiste que no tenías fuerzas no y veo que te levantaste, lo que sentiste mi reina es enojo e irá de tu lobo qué no se deja que la pizoten porque es una líder.
-Hay abuela deja de recordarme eso quieres.
-Nunca hija es tu derecho de nacimiento y te aguantas, ahora sígue corriendo que nos falta regresar a casa.
Doy un gran suspiro y empiezo a correr de nuevo al lle