Enmedio del salón, Ryan llevó lo que le pidieron, entregando el bolígrafo que Samuel usó para firmar los documentos que Braulio le dio, culminando con la negociación de un puerto a su disposición, una cantidad considerable de artefactos necesarios para mejorar su vigilancia. Ir a una boda había sido una gran decisión, la cual le trajo muchas ganancias.
El festejo se dió y nadie se fijó en que el novio, una de las invitadas y un sujeto que sabía moverse faltaban.
__ Como dije, mi ofrecimiento está en vigencia hasta que el mundo desaparezca. - jugó Mauro Lance con la risa más soberbia que Keyla pudo ver en él.
__ Lo agradezco, aunque no es de mi interés en este momento. - refirió Keyla con la misma amabilidad, le estaba quitando tiempo y aunque lo sabía no pudo hacer nada debido a que conocía la peligrosidad de el sujeto frente a ella y por lo mismo no estaba dispuesta a correr más riesgos.
Vio de reojo a Joseph aproximandose a ellos, Mauro también lo observó y ni se inmutó.
__ ¿Perd