En mi lista de personas molestas, a juzgar por nuestro comienzo, sin duda se habría ganado un primer lugar. ¿Han escuchado el dicho "nada es lo que parece"? No me era tan relevante hasta que lo confirmé. Ojos azules claros, cabello castaño revuelto y esa actitud que al principio me molestaba. O al menos lo hacía hasta el punto en el que todo cambió. El conocerlo a fondo contribuyó al tonto cliché que fuimos. Y no sabría decir con exactitud cómo empezó o terminó, pero en mi opinión éramos estrellas. Una linda y brillante constelación. Todo comenzó con un sueño y de cómo la persona que menos esperaba al principio me ayudó a cumplirlo.
Leer másTodos conocemos a alguien fastidioso, algunas personas más molestas que otras.
Bueno, yo conocí a un chico castaño que puso mi mundo de cabeza.
No sabía casi nada de él.
Solo sé que tiene unos iris azules fuertes.
Le gusta leer en el almuerzo.
Y tiene como especialidad dar mala cara a todo el mundo.
Nuestro comienzo no fue el mejor. Tampoco es la mejor historia, pero lo que puedo dar por seguro, es que esto no es un tonto cliché.
¿Cómo es que alguien se puede volver tan importante en tu vida?
Sinceramente no lo sabía.
Pero cada vez que veía las estrellas, encontraba su cara en ellas. Formando la constelación más grande y hermosa de la galaxia.
Sé que prometí hace mucho que no volvería a ese lugar, pero la verdad es que no cumplí mi promesa.Por muy raro que pareciera, siempre volvía allí. Ese lugar me centraba, todo lo que me presionaba o molestaba se iba al pararme frente a su lápida.Tomé las flores viejas y acomodé las que había comprado en el camino con delicadeza.Estaba totalmente consiente de que él no podía escucharme, pero me había sentido muy sola últimamente.—Publiqué el libro —comenté al aire, dando un suspiro.La gente solía comentar muchas cosas sobre él, amaban su personalidad, aunque no tanto como yo lo hice. Al final de cuentas siempre tuvo razón, era rara. Después de todo, estaba hablando con un pedazo de losa.Si él viera esto, probablemente diría algo como: "Sabes, siempre creí que estabas loca, pero esto lo confirma, Brooks".A pesar de todo, esta vez era real, después de esto no habría más visitas.Con lágrimas en los ojos, me estaba prom
Se preguntaran que pasó después de muchos días tristes recordándolo. Han pasado tres años desde que él se fue, estudié literatura y no renuncié a mis sueños como él me lo pidió.Sigo sintiendo ese vacío que él dejó el primer día, pero ya no duele tanto, aprendí a vivir con su recuerdo, a estar agradecida del tiempo que pasé con él y a rememorar cada momento sin llorar tanto, aunque a veces fuera inevitable.Faltan algunos meses para esos mil días, no creo estar preparada, pero haré todo lo posible para ser fuerte como él hubiera querido que fuera, como me pidió en su carta.Aprendí a tocar la guitarra, toco las canciones que alguna vez pudimos tocar juntos y a veces trató de recordar su voz.Marcus tiene una relación muy estable con una chica llamada Jessica, y Lauren trata de ser feliz y de no pensar tanto en Seth como un recuerdo triste.Papá me visita seguido y me ayudó mucho los días en los que no salía de mi cuarto, destrozada por el chi
Seth Campell: (una semana antes. Ese día).Caitlin se encontraba frente a mí, dormida y con la piel tan blanca como la nieve.Después de hablar mucho con mi madre y con los doctores, aceptaron mi propuesta, era un donante compatible.De todos modos, el resultado sería el mismo. También estaba enfermo, pero no quería que ella lo supieraDesde que supe que ella podía morir, entendí que no había un final feliz para los dos como en los libros que ella leía, aquellos que alguna vez me prometí no leer, pero que hice para tener algún común de que hablar con ella. En un año puso mi mundo de cabeza e hizo latir mi corazón a un ritmo en el que nunca lo había hecho, y ahora sí dejaba de latir, quería que al menos valiera la pena, entregándoselo a la persona que más amaba. Quería que fuera de ella.Me aseguré de dejar todo perfecto para cuando ella leyera mi carta, no tendríamos un final feliz, pero Brooks merecía el suyo, aún si yo no estaba
Después de unos días ya podía comer más que galletas de la alacena, era un avance al menos.Por fin sentí las fuerzas para tomar la carta e ir a la biblioteca, ansiosa por saber que tenía para decirme.Al llegar, recorrí con el tacto los estantes, tratando de evitar ser un mar de llanto de nuevo, como lo había sido todos estos días después de que él se fue.Me senté en una esquina y después de un rato junté el valor para abrir el sobre.Brooks:Esto es una despedida extra, yo me despedí de ti antes de todo, (te dí un beso en la frente cuando estabas dormida). No quiero verte llorar y extrañarme, yo no me fui para eso, quería que fueras feliz, tanto como me hiciste a mí en este año juntos. Recuerda que te quiero, y lamento no cumplir mi promesa. Lamento no quedarme y espero que algún día me puedas perdonar, pero mira el lado bueno, podrás ver mil noches más y espero que en cada una de ellas, el cielo se ilumine con mayor intensidad
Han pasado unos días desde que vi las estrellas. Desperté agotada, apenas podía abrir los ojos, estaba a punto de caer, cuando papá me ayudó a levantarme con una mirada melancólica. Él lo sabía y yo también. Mi tiempo había acabado.Desayunamos juntos como en los tiempos en los que nos veíamos a diario, él tomaba mi mano, haciéndome sentir como la niña de ocho años que le pedía comer helado después de clases.—Sabes que estoy orgulloso de tí, me alegró de la persona en la que te has convertido —dijo mientras caían algunas lágrimas por parte de los dos.De pronto sonó el timbre, me dirigí hacía la puerta, y ví a Seth con un pequeño collar con el dije de un libro junto a una luna. Sus ojos estaban rojos e hinchados, una imagen que siempre me lastimaba ver en él.Al verlo me arrojé a sus brazos, y casi al instante lo colocó en mi cuello mientras yo lo observaba.Estuvimos hablando, dejando de lado lo que era evidente. Todos sabíamos que no me qu
Seth había venido temprano a mi departamento. Casi siempre me ayudaba a hacer el desayuno, y más ahora que no tenía las fuerzas ni las mínimas ganas de levantarme.—Bien Brooks, aquí esta tu fruta —dijo en un tono servicial entregándome un plato, a lo que procedí a rodar los ojos por sus payasadas. Desde la primera vez se creía un mesero sirviendo los platos.—Mañana vendrás conmigo —sentenció viéndose gracioso y tierno.—¿A dónde? —pregunté confundida y algo divertida ante su actitud.—Eso es sorpresa —contestó alzando ambas cejas. Estaba a punto de darme un beso en la frente, cuando sonó el timbre de la puerta.El fue a abrir casi de inmediato, mientras yo le daba una mordida a mi manzana.—Amm Brooks, creo que deberías venir —sugirió Seth algo diferente, su voz sonaba algo rara.Al llegar a la entrada vi a mi papá viendo a Seth con altas ganas de golpearlo. Probablemente debí contarle sobre él, pero no tenía la menor idea de
Último capítulo