Sara
Los presentes no paran de reír con nuestras anécdotas de la noche anterior. Pasamos una tarde excepcional compartiendo con su familia y la mía.
De vuelta a la ciudad no sabemos qué hacer. Mi mamá no está de acuerdo en que me vaya a vivir con Franco. Mi papá todo lo contrario. Franco no quiere tener problemas con mi madre y yo soy un manojo de histeria. Al fin decidimos esperar a la boda religiosa.
Consigo un puesto editorial en una revista de crítica social. El director me pide que vayamos poco a poco y si les gusta mi trabajo me darán la oportunidad de trabajar desde España.
Unas semanas antes de la boda vienen Cristina y David a visitarnos. N