Sara
La madre de Carlos está muy triste y demacrada. Me acerco a saludarle, sé que le duele todo lo que le ha pasado, se le nota en su semblante.
─Sra. Lina ¿Cómo está?
─Ay Sara...─ Sus ojos se humedecen─ No tienes idea, la pérdida de Carlos ha sido mucho más dura de lo que parece.
El tomo de la mano y me doy cuenta de que un abrazo puede caerle mejor. Ella lo acepta y le pregunto si puedo sentarme.
─Claro, me da mucho gusto verte, a pesar de lo mal que nos portamos contigo ¿Qué ha sido de tu vida?
─Acabo de volver de Roma.
Me sonríe, sabe que ese plan era tanto de Carlos como mío.
─ ¿Estudiaste la maestría?
─Sí─ agacha la mirada. Los ojos vidriosos la delatan, resbala una lágrima, la cual limpia rápidamente con la servilleta de tela.
─Carlitos estaría muy orgulloso de ti...─Le sonrío y ella continúa─. Perdóname por haber sido tan grosera cuando murió mi hijo. Me afectó mucho su mue