Capítulo 7

¿Quién era yo ahora, sin cámaras, sin celular y sin Thiago? Me sentía el estómago revuelto, el frío de la soledad ¿cómo era posible que aquel hombre millonario me metiera en sus redes? Eran ya las seis de la mañana cuando decidí salir del parque, ir a casa no era buena idea, solo pude dirigirme a casa de Laura

 — ¡Soy Lisa, ábreme la puerta, por favor! — Grité después de haber tocado la puerta en repetidas ocasiones

— ¡Estás loca, cómo se te ocurre irrumpir mi sueño! — Dijo Laura aún con el pelo desordenado, más dormida que despierta

 — Definitivamente estoy loca — contesté y me senté con tristeza en su pequeño sofá

 — Traes una cara de muerto — Comentó mi amiga mirándome perpleja — ¿Dónde amaneciste?

 — En una quinta, no sé ni siquiera dónde — respondí como si fuera un robot, mecánicamente, iba completamente absorta

 — ¿ Lisa, no has entendido que estás embarazada? ¿En qué líos estás metida? — Me amonestó mi amiga un poco incomprensible o incrédula

— En el lío llamado Thiago y su m*****a sonrisa — contesté sin miedo, en ella confiaba y sabía bien que su jefe me volvía loca

 — ¡Otra vez! Se supone que eso ya estaba entendido — gruñó enfadada, como si ya estuviera harta de lo que le confiaba

 — Ahora está más confuso — aclaré — Thiago me ha llevado a una de sus quintas —alegué como si fuera algo fácil de creer

 — Dime que no te acostaste con él — Me interrumpió Laura agarrándose el cabello con furia y mirándome con cara de preocupación

 — La muy tonta no, no tuve valor — dije, pues en realidad había sido una tonta por no hacerlo teniendo la oportunidad en mis manos y me estoy odiando por eso, imagínate tener a semejante bombón a tu lado y no poder siquiera besarle — Gruñí con una pena terrible

 — Eso nada bueno va a traerte, no logro explicarme cómo es que Thiago puede hacer esas cosas contigo — comentó incrédula, como si después de decirme que luchara por él ahora pensaba todo lo contrario

 —Lo peor de todo no es eso, es que me siguió hasta el parque — seguí contando con seguridad — ahí estuvimos hablando y me desmayé, entonces me subió a su Ferrari y me llevó a la quinta, al amanecer me sacó de ahí, escondida, claro, nadie puede verlo con una empleada

 — ¿Thiago en un parque? Eso es peor de creer

 — Pero sí es real, ahí perdí mis cámaras, lo supe esta mañana cuando reaccioné y busqué mi celular para escribirte pero…

 — ¿Lisa, te das cuenta que estás perdiendo la cordura? Eso es imposible ¿ Sabes si el embarazo da ese tipo de comportamiento? — Me interrumpió

 — Nadie me lo creería pero sucedió

 — No, Lisa, eso sucede en tu mente de niña tonta, mejor ve a descansar y si en realidad no te vas a deshacer de ese bebé entonces compórtate como una madre responsable

 La falta de apoyo de Laura me lastimó, sé que era difícil creer mi historia, nadie sería capaz de comprender lo sucedido entonces reflexioné en qué lo mejor era no comentarle a Nadie lo que estaba pasando con Thiago, mantendría todo en secreto si nuestros encuentros fatídicos y confusos continuaban, aunque eso me doliera horriblemente debía seguir y no permitir que eso me venciera

 — Me iré, Laura - Dije levantándome del sillón con vergüenza

 — Tengo una amiga que puede ayudarte a abortar — Dijo apretándome el brazo

 — No lo haré — Le contesté furiosa

 — Te conviene, Lisa, así al menos si en realidad te estás viendo con Thiago, podrías al menos tener un revolcón con él y ya dejar esa angustia terrible que te tiene hecha triza, solo no te enamores, Lisa, él jamás será para ti — Me respondió mirándome a los ojos con mucha sinceridad

— Sé que es así, Laura, voy a pensarlo — Pude decir con tristeza

 — No estás apta para ser madre, Lisa

 — Déjame pensarlo hoy — Agregué mientras salía de la casa

 Caminé con una tristeza increíble, la magia del día anterior se había borrado rápidamente, cómo si no existiera y nada hubiese pasado, estaba ahora sin medios para trabajar e incomunicada, el abandono era perenne, y llamar a mamá no era buena idea.

 Llegué a casa y me metí a la ducha, era como si solo el agua podía limpiarme el alma y por un momento sentirme habitada, solo estaba mi hijo y yo, pensé en su ser que no tenía culpa, imaginé cómo serían sus manos, y pensar en la propuesta de Laura me aterraba.

 Me pregunté cómo sería aceptar la propuesta de Thiago. Él estaba casado por contrato y en todo caso al aceptar ser su refugio sería lo mismo, asumir las reglas de eso, ¡Qué importaba! Era eso o nada, tenerlo una noche y en la madrugada huir sin que nadie viera mi sombra. Parecía algo cruel e hiriente pero estar sin él siquiera un momento era más angustiante, ahora que lo conocía más lo quería más, me atraía más, solo sentía el impulso de tirarme a su voluntad y olvidarme por completo de todo. Pensar me agotó y me quedé dormida hasta que Laura tocó a mi puerta.

 — Si vienes a repetirme que aborte, aún no tengo respuesta — Le dije asustada sin siquiera saludarla, mientras abría la puerta.

 — Déjame pasar primero — Me dijo volteando los ojos — Aquí te manda esto Thiago — Y me dio una enorme caja sellada

 — ¡Las cámaras! — Exclamé feliz

 — Sí, y un celular último modelo

 — Qué importa eso, solo mis cámaras, Laura — Comenté de prisa mientras abría desesperada la enorme caja

 Saqué la primera y Vi que era de la misma marca de las que tenía

 — Son iguales a las que me dio mi padre — Dije saltando de la emoción

 — Debiste haberle pedido unas de buena marca

— Laura, lo siento, pero yo no soy así, ya es mucho con que las haya repuesto, no es su culpa que yo esté embarazada y tenga desmayos repentinos, fue esa la única causa para perderlas

 — Lisa, o eres ingenua o bruta, pero lo mejor que podrías hacer después de lo que ese tipo provoca en ti, es sacarle dinero — Los comentarios de Laura, me tenían fastidiada.

 — Laura, tú en verdad crees que a mí me atrae porque es millonario

 — Ujum — Expresó mirándome con sarcasmo

 — Te desconozco, sabes muy bien que eso no es así — Le dije levantando la caja del suelo y mirándola con tristeza

 — Ya me cansé de tus jueguitos de niña, de tu inmadurez, si vas a seguir con tu papel de moralista, en donde eres una víctima en historias falsas que creas en tu cabeza, entonces mejor me voy — Dijo levantándose y pasando por mi lado rápidamente

 — ¿También te gusta Thiago? — pregunté y entonces retrocedió su paso

 Cuando volteó estaba pálida — Todas nos volvemos locas por Thiago, pero yo sí tengo los pies sobre la tierra y sé que es un ser inalcanzable, tú deberías hacer lo mismo y dejar de enredarme con él y de inventar encuentros con él para impresionarme — Dijo y la sentí llena de hipocresía

— Pensé que en verdad eras mi amiga — Grité llorando

 — Lo soy, pero estoy cansada de esto, además estás embarazada, tienes que ubicarte y pensar qué hacer, si decides abortar me avisas — Contestó mientras halaba la puerta para marcharse

Tomé el teléfono, y justo en él estaba ya registrado su número, pese a los comentarios negativos de Laura y a lo sucedido en la mañana, me rendí ante mis instintos de mujer enamorada y resignada al lugar que Thiago podía brindarme y le escribí un mensaje

 — Gracias, Thiago, por comprarme las cámaras idénticas a las que tenía, eso es demasiado importante para mí, prometo pagártelas con mi trabajo, solo me avisas qué día puedo llegar a la agencia — Cité a la espera de una respuesta que calmara mi ansiedad

 — De nada, puedes venir mañana, procura que sea temprano — Respondió

 Yo no encontré una respuesta más a eso, y decidí callar y seguir pensando en qué hacer con el mar de calamidades que se venían encima de mí, pese a lo hiriente que había Sido Laura, tenía mucha razón y solo en mí estaba la decisión correcta para darle curso a mi vida y finalmente sentirme tranquila, sentía que estaba pensando como una niña, que lo que sucedía tal vez, ni siquiera tenía sentido, y eso solo abría más y más mis heridas, mis sueños inconclusos, mis ganas de ser invencible, tener dinero y sentirme capaz de estar a la altura de Thiago, de ser en verdad un refugio, de no ocultarme de nadie, ser libre como bien decía él.

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