— Gracias, Marcelo, en serio, no sé qué habríamos hecho sin ti — respondí con lágrimas en los ojos, sintiendo un alivio enorme ante sus palabras, era como si por fin todo acabara para siempre.
— No hay de qué preocuparse, amigos. Todo esto está llegando a su fin y pronto podrán retomar su vida tranquila — dijo Marcelo
— Por algo eres mi abogado — lo elogió Thiago — ahora con esta buena noticia, me siento más convencido de que ir donde están sus padres, es lo mejor, lejos de la prensa y de todo lo que esto pueda arrastrar, además creo que es hora de que todos nos reunamos y compartan las buenas noticias — propuso Thiago con una sonrisa
Marcelo y yo asentimos emocionados. Marcelo llamó a Clara y Diego, quienes estaban en el cine, para informarles que todo estaba bajo control y que podían regresar. Mientras tanto, nos ayudaron a empacar algunas cosas para el viaje y prepararon todo para que el bebé estuviera cómodo. Al día siguiente Clara y Diego partieron a España.
En el transcurso de d