Thiago no fue capaz de responder nada, y el silencio empezaba a incomodarme
— ¿A dónde vamos? — Pregunté olvidándome del asunto con Esmeralda, pues ya no habíamos tardado demasiado y el camino a la universidad era cercano a la clínica por lo cual dudé si en realidad nos dirigíamos ahí o a otro lugar
— A casa — Habló Thiago finalmente
— No te estoy entendiendo — Alegué confundida
— Que he conseguido una casa para ti, Lisa, no puedes continuar viviendo en el internado, necesitas mejores condiciones — Explicó con certeza, claro porque conocía muy bien cómo estaba, pues Diego le pasaba toda información al respecto
— Estás loco, me encuentro perfectamente bien donde estoy — Mentí para mantener en alto mi dignidad
— Sí, sí, estoy loco, pero no permitiré que sigas padeciendo en ese lugar — Afirmó
— ¿Y quién va a pagar ese alquiler? ¿Lo hará Eduardo Ferrufino? el que se supone que me dio la beca para estudiar aquí — Pregunté con ironía reflexionando en que todo había sido planeado p