— Mamá es alguien que tú no conoces, es uno de los CEO de la empresa que generosamente se ofreció a ayudarme.
Alba con desconfianza respondió:
— Espero que no tenga doble intención, todos esos hombres con dinero solo buscan acostarse con las mujeres que trabajan para ellos.
— No hables así mamá, no todos son pervertidos, hablas con demasiado resentimiento en tú corazón, quiero que sepas que existen hombres con buenos sentimientos.
— Puede ser, pero mirate, huyendo del hombre que supuestamente confía en tí— dijo Alba con renuencia.
Camila rodó los ojos ante aquel comentario y dijo:
— Ese es otro asunto mamá, mejor
cambiemos de tema, vamos a ver a los
niños.
Alba se sintió avergonzada.
— Disculpa hija, es que no quiero que se repita mi historia en tí.
— Nada que ver lo que viviste mamita con lo que ahora estoy viviendo, ya deja de dar vueltas a tus recuerdas para remover rencores, además quiero informarte que después que salga de ésta investigación, voy a empezar a buscar a mi