Velatorio.
Capitulo LXX.

Al anochecer Laura Marina tuvo la necesidad de comer, no habiendo ingerido alimento desde el desayuno, se topo con otras personas y supo que Raúl ya había partido, se sentó sola en la mesa de la cocina allí encontró demasiada comida dispuesta tipo bufet, comió solo para satisfacer el hormigueo que tenía en sus estómago, tomo café y con la taza en la mano se topo con su nuera, Carolina y ella se abrazaron y lloraron profundamente, nadie noto el sentimiento de Laura Marina, creyendo que su llanto estaba relacionado con el amor a su nuera y lo que estaba sintiendo.

Luego encontró a su hijo y a sus suegros, se saludaron para darse el pésame, escucho que la señora Rebeca estaba muy sentida y no bajaría a la ceremonia del día siguiente, en esta se velarían los restos de su esposo y se recibirían a muchísimas personas que seguramente los visitarían.

El olor a flores estaba presente en casi toda la casa, la noche se hiso lenta, Laura Marina se retiro a su habitación para seguir l
Abeporlo

Desde ese día el rumbo de la historia de Laura Marina cambiaría.  

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