Seguridad en el proceso.
Capítulo XL
Diego recordó a sus tres hijos con María, cuando fue a tenerlos todo había resultado muy bien, se le presentaban los dolores salían a la clínica y en dos horas aproximadamente ya estaban todos felices, María descansando y el niño a su lado.
Continúo Diego meditando.
-Ahora era totalmente distinto Laura Marina no era igual, ni su sistema inmunológico tampoco. Siguió caminando para aminorar la llegada a la casa y calmar sus nervios, tenía que relajarse para no preocuparla, siempre era ella quién le daba calma y paz, ahora le tocaba a él.
-Debo comunicárselo a Laura Marina con toda la calma y el tacto posible. Termino de hablar para él mismo y se decido hacerlo de una vez.
Se dirigió a la casita, antes de llegar vio a un niño con flores recién cortadas para la venta, comprándole algunas que no tenían mucha fragancia, el exceso de olor le pudiese ocasionar alergia y al estornudar le produciría esfuerzo y contracciones. Las olio decidiéndose por las más pequeñas.
Llego cargad