Por Ema
-No existe ni existió otra mujer que me saque de mi eje como lo hacés vos y, por otro lado, te aseguro que por Dante daría mi vida, ni siquiera cuando nació Bruno, sentí algo así, es demasiado profundo lo que siento por mi hijo.
-Eso lo puedo entender, porque Dante es mi vida entera, pero vos no dejás de forzar situaciones.
-Sos vos la que no me dejás otra opción.
- ¡Siempre hiciste lo mismo! Hacete cargo de las cosas que hacés.
-Puede ser, pero desde un principio me confundía y me desesperó lo que siento por vos y eso no lo pude manejar, te lo dije mil veces.
-Vamos a aclarar todo, vos no tenés límites y yo con eso no sé qué hacer, porque como te dije antes, no te conformás si algo no sale como vos querés, avallasás y te llevás todo por delante y ese todo incluye a las personas.
No puedo negarlo, soy así, pero ella y mi hijo son el más grande amor sobre la tierra, ellos son mi paraíso.
Ajena a mis pensamientos, Sol siguió hablando.
-Yo tengo que resolver algunas cosas en Itali