14.
Cansada abro los ojos y maldigo con todas mis fuerzas a la persona que llama a mi puerta un sábado a las 9 am
—¡Ya voy! — murmuro molesta y bostezo mientras abro la puerta
Un Arthur con una amplia sonrisa está parado frente a mí
—¿Qué quiere? Todavía estoy dormida — le recrimino y me froto los ojos con sueño, riendo, Arthur simplemente me hace a un lado y entra en mi apartamento, lo sigo con un suspiro
—Arthur, no puedes ir y venir cuando quieras — hablo en serio y me acerco a él quién ahora está en la cocina
—Puedes ver qué puedo hacerlo — responde con arrogancia y abre mi refrigerador
—¡No! — le digo enojada — ¿Qué estás buscando? — pregunto confundida mientras veo como rebusca en mi refrigerador
—Desayuno
Llevo como