214. UNA TELARAÑA
Fenicio analizó las palabras y las expresiones de ambos hombres, tratando de discernir quién decía la verdad. La historia del primer Javier parecía más coherente y su voz transmitía sinceridad. Además, eso que acababa de decir le interesaba mucho, hasta ahora habían llegado a la conclusión de que Sofía se había aparecido en el burdel por una mera coincidencia.
—Un momento —intervino— primer Javier, ¿qué es eso que acaba de decir de la señora Sofía?
El primer Javier ahora miró a Fenicio con verdadero odio, toda su cara roja como si fuera a explotar en cualquier momento, lo cual estaba convenciendo a Fenicio que él era el padre de Sofía. Pero podría ser muy buen actor.
—¿Por qué me lo preguntas si estabas presente y fuiste testigo de lo que le hizo el Cavendish a mi hija? —lo atacó
—¡Que no es tu hija, es la mía! —interrumpió el segundo Javier siendo callado a una señal de Fenicio concentrado en el primer Javier.
—Explícame con detalles eso que dices, porque hasta ahora creím