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Alison

No entiendo por qué la reunión es aquí. ¿Qué tiene que ver el chico con todo esto?. Mi padre ha dicho que es una cena con los Alphas de la anada vecina.

Ahora que lo recuerdo, Maddy ya me ha hablado de esto. ¿Ese chico es el Alpha al que venimos a visitar?.

-Chicos, recordar lo que he dicho. Tnéis que comportaros con educación. Sobretodo tú Alison, debes hacer nuevas alianzas- nos dice nuestro padre. Si ese chico es el Alpha...no hemos comenzado con muy buen pie.

Mi padre toca el timbre y a los pocos segundos un hombre nos abrió la puerta. Pasamos directamente al salón, donde habían varias personas. Mi mirada viaja por el lugar hasta encontrarse con la del chico, quien me mira sorprendido.

Se levanta y camina en mi dirección.

-Hola Marco, me alegro de volver a verte- saludó mi padre al que parece ser el padre del tarado.

-Yo también me alegro de verte Lucas. Y a ti también Ashley, cada año te ves más guapa- dijo refiriéndose al final a mi madre.

-Yo también, veo que los niños han crecido mucho desde la última vez que los vi-

-Sí, cada día están más grandes-

-Están todos muy guapos. Por cierto, ¿Dónde está Alicia?-

-Todavía se está preparando, a lo mejor si subes a verla puede que se de un poco más de prisa. Dile que la comida ya está lista- dice sonriente y mi madre asiente y se va.

-Marco, te presento a mis hijos. James, Jack y Alison- dijo mi padre señalándonos a cada uno.

- Hola chicos encantado de conoceros al fin, he oído grandes cosas sobre vosotros -habló Marco. 

-Encantados de conocerte- decimos los tres a a vez.

-Os presentaré. Chicos, estos son mis hijos. El mayor es Liam, luego va Nate y por último los gemelos, Mateo y Sofía-

-Hola- saluda Sofía con una gran sonrisa en la cara.

-Hola, me gusta mucho tu vestido-

-Gracias- se ríe y se va junto a su hermano, es muy dulce.

-Si no me equivoco, Alison ya es parte de la familia- dice Marco con alegría.

-¿Qué quieres decir?- pregunta mi padre.

-¿Es que no te lo han dicho?, son pareja. Liam me contó que encontró a su mate, que era una chica nueva en el instituto. En cuanto me dijo su nombre, supe de quién se trataba-

-¿Por qué no me habías dicho nada?- me pregunta mi padre con la misma expresión que Marco.

-Estoy tan sorprendida como tú- susurro para mí misma, pero Liam parece escucharme.

-Como ya te dije antes, eres mi mate- que yo recuerde sus palabras no fueron precisamente esas, directamente me dijo que era suya, como si de un objeto se tratara. Se intentó acercar un poco más a mi, pero levanté la mano para mantener la distancia y le aparté.

-No lo entiendo, ¿Cómo funciona todo eso?. ¿No deberíamos sentir lo mismo?, ¿O es algo de los machos?-

-Claro, eso lo explica todo...aún no te has convertido- suelta Liam.

-Vale, supongamos por un momento que él tiene razón. Somos mates. ¿Qué se supone que tengo que hacer?-

-No es tan complicado. Te quedas conmigo y ya está- vuelve a acercarse a mí, pero en cuanto retrocedo, mis hermanos se meten en medio. Les doy un pequeño tirón en las camisetas por detrás, para que se calmen. No es momento para ponerse en ese plan.

-¿Podemos hablar un segundo?...a solas- me abro paso entre mis hermanos y me dirijo a su habitación.

-¿Sucede algo?- cierra la puerta detrás de él.

-En las últimas 24 horas toda mi vida ha cambiado por completo. Aún tengo muchas cosas que asimilar. No estoy preparada para esto- el corazón me va a mil por hora.

-¿Preparada para qué?-

-Para esto...nosotros. Hasta donde yo sé, tu mate es para toda la vida- hago especial incapié en la parte de TODA LA VIDA.

-Sí-

-Ni siquiera tengo 16 años, una pareja de por vida es...mucho. Para vosotros es fácil, estáis acostumbrados a esto desde que nacéis, pero yo no-

-¿A dónde quieres llegar?-

-¿No es muy precipitado?, es algo surrealista.Tenía pensado hacer muchas cosas en la vida. Te enamoras, rompes, lo superas y vuelves a empezar. En parte, de eso va la adolescencia, experimentar-

-¿Qué sentido tiene ir experimentando con distintas personas?. Lo único que haces es vivir un bonito recuerdo y luego sufrir por ello. Y lo repites hasta que encuentras a la persona indicada, aunque no sepas si es esa realmente. En nuestro caso, no somos nosotros los que elegimos a nuestra pareja. Se trata de almas que ya estaban destinadas a estar juntas, no hay forma de equivocarse. ¿No es mucho más fácil así?-

-Bueno, dicho así...-

-No hay daño alguno. Todo lo que quieras experimentar, lo haces con tu pareja. Si lo piensas bien, si empiezas siendo tan joven...tienes muchas más cosas que experimentar- sus ojos me repasan de arriba a abajo mientras sonríe. ¿Cómo puede pensar es eso en un momento así?, ¿Realmente le parece normal esta situación?.

-Escucha, vamos a hacer una cosa. Hace nada que me he enterado de todo esto y se me hace muy raro tener que vivir con alguien el resto de mi vida sin conocerle, y mucho menos teniendo en cuenta todo lo que ha pasado desde que nos conocemos. Quiero tomar las riendas de esta situación. La semana que viene es mi cumpleaños y hasta entonces propongo que quedemos. Así podremos conocernos un poco más y empezar de cero. Puede que de esa manera las cosas no sean tan raras. ¿Qué te parece?-

-¿Por qué quieres esperar a la semana que viene?-

-Bueno, se supone que debería sentir lo mismo que tú cuando me convierta-

-Sí-

-Y nos convertimos a los 16 años-

-No exactamente, no tiene que ser el mismo día de tu cumpleaños. Es más algo hormonal. Si quieres saber el día de tu transformación, le puedes preguntar a los sabios de las manadas, ellos son capaces de decírtelo-

-¿Los sabios?-

-Oye, ¿De verdad que no sabes nada sobre quién eres?-

-No, ya te lo he dicho. Soy completamente nueva en todo esto- me siento en la cama y él hace lo mismo.

-Vaya, supongo que sí que es extraño. Si me dijeran que a partir de mañana seré un vampiro, también me asustaría-

-¿Un vampiro?-

-Sería algo demasiado desagradable como para imaginarlo. Entiendo que te sientas abrumada-

-Vaya, me sorprende que me hayas entendido tan rápido-

-¿Por qué no lo haría?-

-No sé. Creía que serías más como el Liam del instituto. He de admitir que me asustaba pensar que reaccionarías de otra manera al proponértelo- de pronto, se levanta de la cama y me mira de reojo.

-Haremos lo que dices, pero no pienso hacer cursiladas de humanos- tras decir eso, sale de la habitación. Unos segundos más tarde, salgo yo y me dirijo al comedor.

-Al fin volvéis, empezábais a preocuparnos- dice Marco. Veo un sitio vacío al lado de mi madre y me dirijo a sentarme, pero ella coloca rápidamente el bolso en la silla. Me mira sonriente y después señala muy disimuladamente la silla que hay junto a Liam, es demasiado astuta. No me quedó de otra que sentarme a su lado.

-Tú tienes que ser Alison, he oído muchas cosas sobre ti- me dice la madre de Liam. No me había dado cuenta de que ya estaba sentada.

-Espero que buenas- digo un poco nerviosa.

-Por supuesto, cuando tu padre venía a aquí, se pasaba por nuestra casa y nos contaba cómo estabais. Hemos visto unas cuantas fotos vuestras, habéis crecido mucho-

-Gracias. Si no os importa, tengo una pregunta-

-Adelante- dice Marco.

-¿Qué significa Lupu Neru?-

-Así es como se llama nuestra manada, significa lobo negro-

-¿Y por qué ese nombre?-

-Bueno, las leyendas cuentan que nuestra manada, hace mucho tiempo, provenía de los grandes lobos salvajes. Eran los lobos más fuertes, con el pelo negro más oscuro que se haya visto y muy grandes. Esa manada se separó y a partir de ahí se crearon dos manadas, una de ellas evolucionó y la otra no. La nuestra es la que evolucionó, aprendimos a transformarnos en humanos y el idioma. La parte que no evolucionó siguió igual, convirtiéndose en los llamados "lobos salvajes"-

-¿Por qué se separaron?-

-Nadie lo sabe, hace ya mucho tiempo de eso-

-¿Entonces todos los lobos negros vienen de esa manada?-

-No, eso no tiene nada que ver. El negro es el color más común en los lobos, a parte de el marrón, lo que podría distinguir a los lobos de esa manada es su tamaño y su fuerza. El problema es que con el paso de los años ya no quedan muchos lobos así y que no sean salvajes, quizás uno o dos-

-¿Cómo sabes de qué color vas a ser?-

-No es posible saber eso, pero te puedo asegurar que el color no es nada importante-

-Está bien, una cosa menos de la que preocuparme. ¿Y la nuestra por qué es "Black Moon"-

-Los nombres de las manadas provienen de leyendas, algunas muy antiguas y otras muy recientes. Todos tienen que ver con algo relacionado con los líderes de la manada o con los anteriores. La nuestra se llama de esa manera en honor a un eclipse lunar- explica mi padre.

-¿No es un eclipse solar?-

-No, uno lunar. Se dice que hace mucho tiempo, cuando en la tierra solo habían dioses, la luna no se encontraba en el lugar de ahora y esta aportaba una luz como azulada que hacía brillar todo. Era un proceso por el cual las plantas crecían mucho más rápido y se hacían más fuerte. Lo mismo pasaba con los animales, todo aquel que estuviese bajo la luz de la luna se haría más y más fuerte, esto fue lo que llevó a la evolución de los lobos. Por desgracia, esa luna también afectó a otros animales, haciendo posible la existencia de vampiros, hadas, ninfas, etc. Los dioses, aterrorizados por lo que había pasado, decidieron hacer un hechizo, uno por el cual la luna no volvería a brillar como antes y ellos no habitarían en la tierra. Enseñaron a las criaturas a comportarse y dejaron a un Dios a cargo de la tierra para que controlase que todo estaba correctamente-

-¿Y a quién dejaron?-

-Eso no lo sabemos, solo los sabios podrían responder esa pregunta-

-Así que el nombre de nuestra manada se debe a la creación de los lobos-

-Sí, más o menos-

-Esto es muy interesante, me gustaría poder saber lo que significan todos los nombre de las manadas que existen-

-Eso va a ser un poco complicado, ya que existen cientos de manadas- comenta Nate.

-Bueno, no pasa nada, cada cosa a su debido tiempo-

-Eso es-

(...)

Mi alarma suena tan insoportable como cada día, pero cuando alargo el brazo para apagarla deja de sonar antes de que la toque. Abro los ojos de golpe pero no veo a nadie a mi lado y con un suspiro me tranquilizo.-"Se abrá quedado sin batería" - pienso. Pero en ese instante veo que alguien está sentado en el sofá.

-¿Pero qué se supone que estás haciendo aquí?- pregunto alterada.

-Tus padres me dejaron entrar-

-No puedes aparecer en mi habitación de esta manera, así no empezamos con buen pie-

-Te dije que venía a recogerte a las 10 y ya son las 9:30, pensaba que estarías lista-

-Pensé que eran de la noche, pero bueno. Enseguida me preparo- cogí la ropa que iba a necesitar y me metí al baño.

Para cuando salgo, sigue en el mismo lugar que cuando lo dejé. Se giró a verme y dijo algo que sólo él pudo oir, pero al ver que me seguía mirando revisé mi atuendo pero no vi nada raro.

-¿Qué es lo que me pasa?, no me mires así-

-No, nada. Estás muy guapa así- a lo que yo me sonrrojé un poco. ¡¡Definitivamente me estaba volviendo loca!!.

Tras un par de amenazas por parte de mis hermanos y una gran mirada intimidadora por parte de mi padre, pudimos subirnos al coche. Mi padre por fuera parece muy amable y tranquilo, pero en el fondo también es muy sobreprotector y tiene mucho carácter.

-¿Bueno a dónde me vas a llevar?-

-Ya lo verás cuando lleguemos, es una sorpresa-

-Con tal de que no me lleves a matar, por mi bien- arranca el coche y nos vamos. Durante todo el camino, me quedé escuchando la música de la radio y viendo pasar los árboles por la ventanilla.

-Ya casi hemos llegado- anunció con una sonrisa en la cara. Miré hacia delante y lo que ví me alegró muchísimo. ¡Me había traido al parque de atracciones!

Liam

En cuanto aparcamos salió corriendo del coche y se le iluminó la cara de felicidad.

-Esto es increible, me encanta. ¡Vamos, tenemos que montarnos en todo!- me agarró del brazo y me arrastró hasta la entrada para comenzar a subirnos en las atracciones. Este va a ser un gran día.

Nos montamos en muchas atracciones y nos estábamos divirtiendo muchísimo. Tras bajar de una de las atracciones, se paró en seco y miré en su dirección para ver qué es lo que observa.

-O no, yo no me subo a esa cosa- dije caminando marcha atrás. La montaña rusa doble no me gusta nada. Como bien dice el nombre, es el doble de la montaña rusa y eso solo significaba que era el doble de terrorífica para mi.

-Claro que sí, no seas miedica va a ser muy divertido ya lo verás- y como en cada una de las atracciones, me arrastró a la fila.

Cuando bajamos ya no podía más y pensé que iba a vomitar, aunque a ella se la veía muy enérgica. Necesitaba descansar un rato o me iba a desmayar.

-Vamos a comer algo para reponer las fuerzas- sugerí y nos sentamos a comer un poco de pizza.

-Bueno, ¿Qué tal te lo estás pasando?- pregunté con una sonrisa tonta en la cara al mirarla.

-Genial, esto es muy divertido gracias por traerme aquí. ¿Cómo se te ocurrió este sitio?-

-Nunca había venido a aquí y pensé que te iba a gustar-

-Pues has hecho una buena elección-

-Tu plan es que nos conozcamos más, así que cuéntame algo sobre ti-

-A ver qué te puedo contar. Bueno, tengo dos hermanos gemelos, aunque eso ya lo sabes. Suelo ir a todos los sitios en moto, mi antiguo instituto me quedaba muy lejos así que me compré una moto para poder llegar antes y así nunca necesitaría depender de nadie para ir a cualquier lugar-

-Eso está muy bien pensado-

-Soy una persona muy despistada a veces, como bastante y no engordo, eso es un buen punto. Me considero una persona un poco infantil en algunos aspectos-

-A ver, explícame eso-

-No lo digo por mi comportamiento, sino por mis gustos. Me gustan los dibujos animados, las princesas, los osos de peluche...-

-O sea que eres como un bebé, va a tocarme cuidarte- le guiño un ojo y rueda los ojos mientras sonríe.

-Que bobo eres-

-Es a ti a la que le gustan las princesas-

-¿Y qué me puedes decir de ti?-

-Nada importante la verdad. Ya sabes los hermanos que tengo, tengo coche...-

-Espera, ahora que lo mencionas, ¿Cómo es que tienes coche si no tienes 16?-

-En ningún momento he dicho que no los tenga. Pasé los exámenes y me dieron el carnet-

-Entiendo el procedimiento, es solo que pensaba que tenías 15-

-Bueno, pues me encanta la pasta, y mis gustos no son muy extravagantes. Me gustan las cosas sencilla, ordenadas y elegantes. Me gustan las personas interesantes, las que tienen algo que te llama la atención, que sean divertidas, pero que no me agobien mucho-

-¿Que no te agobien?-

-Me gusta tener mi espacio persona y me incomoda que la gente se acerque demasiado a mí-

-O sea, que si alguien te da un abrazo te pones histérico-

-No dejaría que nadie se me acercase tanto como para hacer eso-

-Sabes?, eso que dices no es muy bueno. Puede que te lo parezca a ti, pero no es bueno rechazar el contacto humano. Abrazar a alguien o estar a su lado, es algo que a veces puede darte la vida-

-Pues no creo que lo experimente-

-Así que me va a tocar vivir el resto de mi vida junto a alguien que no va a soportar mi presencia-

-Así es-

-Pues que bien. Mira, hay un fotomatón, ¿Quieres entrar?. Será divertido, nunca he estado en ninguno y la foto puede ser un recuerdo del principio de una buena amistad-

-Está bien- terminamos de comer y nos vamos al fotomatón.

-¿Estás preparado?- preguntó.

-Por supuesto que sí, pero espero que saque mi lado bueno- respondí consiguiendo que se ría.

Terminamos de hacernos las fotos y salí a recogerlas. En la primera salíamos normales, en la segunda ella se reía de mis caras, en la tercera los dos nos ponemos los cuernos, en la cuarta le estaba dando un beso en la mejilla y ella estaba un poco roja y en la última ella me dio a mi el beso.

-Han quedado muy bien, toma la mitad de arriba y yo cojo la de abajo, ¿Te parece bien?-

-Coge las tres primeras y dame las dos de abajo- le pido y así lo hace. Corta con mucho cuidado las fotos y me meto en la cartera las que me ha dado.

-Bueno, todavía nos quedan muchas atracciones por probar, tenemos que continuar el recorrido-

-Pero vamos a dejar de lado las más grandes, ya no puedo subirme a ninguna más-

-Bueno, ya lo iremos viendo- el resto del día estuvimos con las atracciones, jugamos a las máquinas y en los puestos y compramos muchas cosas para comer.

Alison

Al llegar al instituto, aparcamos las motos y en cuanto nos quitamos los cascos todos los que estaban fuera se nos quedaron mirando, tengo la sensación de que ya se han dado cuenta de que somos nuevos. Miro a mi alrededor y solo hay coches aparcados, a lo mejor es porque no hay nadie más que venga en moto a clase.

-Esto es un poco raro- dijo James.

-Ahora seremos como la nueva atracción del circo, seremos el centro de atención- contestó Jack

-Venga chicos, quizás no sea así todo el tiempo. Puede que sean solo estos que están aquí, pasaremos desapercibido en cuanto entremos por esa puerta- ni siquiera yo estoy segura de mis palabras, pero de nada me sirve que ellos también estén nerviosos. Mientras caminamos hacia la puerta, unos chicos que estaban en la entrada se me quedaron mirando de arriba a abajo, pero mis hermanos les fulminaron con la mirada y siguieron haciendo sus cosas.

-Tranquilos, no vayáis a crear problemas el primer día- les advierto.

-La culpa no es nuestra sino de los que tienen la mirada muy suelta- me río por el comentario y ruedo los ojos. No tienen arreglo.

-Chicos esta es mi taquilla- anuncié en cuanto llegamos a ella.

-Estamos bastante separados de la tuya, tenemos que ir a buscar las nuestras- dice James mirando un papel con los números de sus taquillas.

-¿Nos vemos más tarde a la hora del almuerzo?-

-Claro hermanita, hasta luego- dijeron a la vez y se marcharon. Guardo el casco en la taquilla e intento descifrar el horario que me han dado para poder llegar a clase.

Ya me había entretenido un poco en los pasillos y llegaba cinco minutos tarde a clase. A pesar de estar en un sitio nuevo creo que eso jamás cambiará, llego tarde a todos los sitios. Por suerte la puerta de la clase aún estaba abierta y tras comprobar disimuladamente que habían abierto los libros de historia, entré en la clase. En cuanto puse un pie dentro, todas las miradas se posaron en mi.

-¿Se puede saber quién es usted como para interrumpir mi clase?¿Le parecen horas para llegar a clase?- preguntó el profesor con tono de enfado y cara de pocos amigos.

-Lo siento mucho, es que me he perdido al intentar encontrar la clase, soy nueva y el mapa que me han dado no me ha ayudado mucho-

-No recuerdo que viniese alguien nuevo hoy, llegaban tres chicos nuevos la semana que viene-

-Lo sé, nos hemos adelantado un poco-

-¿Cuál es su nombre?-

-Me llamo Alison Black- en ese mismo instante, toda la clase comenzó a cuchichear y mirarme de una manera extraña. El profesor manda a callar a toda la clase y carraspea un poco para que le salga la voz.

-Lo siento muchísimo señorita Black, siéntese al lado de la señorita Collins para poder empezar la clase- dijo nervioso y señalando a una chica pelirroja que está en la tercera fila. ¿Por qué se habrá puesto tan nervioso?, es muy raro.

Asentí y me fuí a donde me dijo.

-Hola, no sé si se me ha escuchado desde ahí, me llamo Alison, aunque puedes decirme Ali- me presenté amablemente, pero ella solo miraba a su mesa sin levantar la mirada.

-Yo soy Madelaine, pero puedes decirme Maddy- dijo al fin, pero sin levantar la mirada aún.

-Oye, puedes mirarme, no te voy a hacer nada. Suficientemente rara está ya la situación, no quiero darte miedo o algo- y en ese momento me miró y le sonreí.

-Encantada de conocerte- me dice sonriente.

-Igualmente. ¿Sabes qué es lo que les pasa a todos?, ¿He dicho algo que no debía?-

-No, no has hecho nada mal. Lo que pasa es que te imaginaban de otra manera-

-¿Cómo?-

-No sé, puede que un poco más mayor y con una mirada terrorífica. Es a lo que están acostumbrados todos-

-¿Y por qué iban a pensar eso?, no me conocen de nada-

-Ya, pero es lo que se imaginaban, no sé. Nadie se esperaba que parecieses tan...normal-

-Me tomaré eso como un cumplido, creo- me río un poco por la situación y ella hace lo mismo.

El resto de las clases transcurrieron igual de raras, pero esta vez estuve con mi nueva amiga. Pasadas las tres primeras clases, nos acercamos a mi taquilla antes de irnos al comedor para poder dejar unas cuantas cosas. Por el camino noté que la gente comenzaba a pegarse a las paredes y a bajar la cabeza sin ningún motivo aparente. Miro a Maddy, que estaba haciendo lo mismo, sin poder comprender la situación. Realmente este instituto es raro, no termino de entender nada.

-¿Qué haces?, ponte en la pared antes de que sea demasiado tarde- me dijo un poco alterada y al ver la expresión de su cara decidí hacerle caso.

De un momento a otro, por las puertas, apareció un grupo de tres chicos. Me quedo mirándoles de reojo a medida que avanzan, parecen sacados de una película. El que los encabeza se acercó a un chico que estaba cerca de mí y rápidamente lo agarró del cuello y lo estampó contra la pared. Estuvo a punto de pegarle un puñetazo hasta que me acerqué y le paré el brazo para que no le hiciera nada.

Él me miró furioso, pero tras unos segundos de analizarme se calmó.

-No le pegues-

-No puedes decidir lo que puedo y no puedo hacer- me contesta seco.

-No creo que haya hecho nada grave como para que le pegues-

-Él no se apartó de nuestro camino-

-¿Y esa es razón para una paliza?- lo miro incrédula.

-Yo creo que es suficiente, me merezco un respeto y él no me lo ha dado-

-El respeto no consiste en apartarse de tu camino cuando pasas, lo que haces es atemorizarlos. Suéltalo-

-¿Por qué debo hacerte caso?-

-Porque tengo más razón que tú-

-Me ha gustado la respuesta, solo por eso le dejaré- se aparta del chico y este se marcha corriendo, una reacción normal ante esta situación.

-Gracias- le agradezco aún flipando por todo lo que acaba de pasar.

-¿Quién eres? Nadie aquí se atreve a hablarme así, directamente ni me dirigen la palabra-

-Si te comportas así con todo el mundo, no me extraña que no te dirijan la palabra. Pareces un dictador en el instituto, deberías calmarte un poco y respetar tú a los demás. Les tienes atemorizados sin motivo, deberías replantearte bien lo que haces-

-Sigues sin decirme tu nombre-

-¿Es en serio?,¿No has prestado atención a nada de lo que te he dicho?-

-Tu nombre- me cruzo de brazos y le miro incrédula.

-Alison-

-Apellido-

-¿Qué clase de interrogatorio es este?-

-Responde cuando te hablo-

-Mira, es que ni debería decírtelo, pero es Black- se queda paralizado y tras mirarme fijamente durante unos segundos, abre los ojos como recordando algo.

-Eres tú-

-Sí, llevo un rato hablando contigo. ¿Oye, realmente te encuentras bien?-

-Tú vas a ser mía-

-Perdona, ¿Cómo dices?- ¡Wow!, esto supera los límites completamente. En definitiva, me han metido en un manicomio en lugar de un instituto, tengo que encontrar la salida.

-Digo que tú vas a ser mía, toda mía-

-Tiene que ser una broma- susurro para mí misma. Las demás personas que hay en el pasillo todavía siguen con la cabeza agachada y parados como estatuas, ¿Es que no van a moverse de ahí?. Por lo menos los dos chicos que venían con este ya se han marchado.

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