La tensión estaba presente en cada resquicio de la sala principal de la mansión. Los murmullos de los empleados se mezclaban y la incertidumbre no dejaba cabida para el silencio.
La noticia de lo que había ocurrido en el hospital, sumado a la detención repentina de Lourdes se había filtrado rápidamente, nadie sabía como exactamente reaccionar ante eso.
Danilo, con la tensión en todo el cuerpo y sus ojos enrojecidos de frustración, salió con Lara pegada a él como siempre. Mary, Angela y Callum, quien conducía la limusina rumbo al hospital, estaban presentes, pero en silencio; realmente nadie quería hablar de lo ocurrido.
Lara observaba a Danilo y le hacía mimos en el cabello, intentando apaciguar lo que él estuviera sintiendo, pero la mirada color miel de él se mantenía fija en la nada y su rostro estaba tenso e inexpresivo.
Al llegar al hospital, el doctor y demás equipo de enfermería recibieron al amo con rostros apesadumbrados para darle detalles de como fue en vano todo lo que hicie