Penélope
— Demián ¿Dónde está mi ropa interior? — grito desde el baño, decidí bañarme una vez que volvimos de comprar, pero resulta que no encuentro mi ropa interior.
— ¡No te escucho Penny! — se está haciendo el tonto, lo sé, me resigno vistiéndome con un vestido y sin ropa interior.
¿Dónde está?
Salgo a buscarlo y lo encuentro muy divertido sentado en la cocina.
— ¡Cambia esa cara! — se empieza a reír mientras me observa detenidamente, instintivamente estiro mi vestido floreado ante la exposición de no tener ropa interior — ¿Dónde está mi ropa interior Demián? — Él solo se ríe encogiéndose de hombros.
— ¿No te enteraste? — frunzo el ceño confundida.
— ¿Qué pasó? — pone su dedo índice en la barbilla.
— Prohibieron la ropa interior en esta casa ¿Podes creerlo? — abro los ojos estupefacta, ¿Me quiere matar o algo así?
— Demián deja de jugar y decime ¿Dónde está mi ropa interior?! — se acerca y automáticamente siento mi piel erizarse.
— No lo sé bonita, la prohibieron ¿Qué puedo hacer?